Cuando creímos haberlo visto todo en el fútbol siempre aparece algo que difícilmente se puede llegar a entender. En el Derby della Lanterna que se disputó el martes en la Serie A, el entrenador de la Sampdoria, Sinisa Mihajlović, evidenció su falta de equilibrio emocional al ingresar al campo para manotear y reclamarle a su jugador por una jugada en los minutos finales del partido.
En el agregado del segundo tiempo, cuando el partido estaba igualado 1-1, el defensor de la Sampdoria, Vasco Regini, cometió una falta en los linderos del área. El tiro libre lo ejecutó Kucka y el balón terminó en el travesaño. En el rebote, Bortolazzi tuvo la chance de convertir, pero el arquero Viviani se lució con una atajada enorme.
El silbatazo sonó y el entrenador Sinisa se lanzó al terreno de juego para reclamarle a Regini por su irresponsabilidad al cometer la falta. El entrenador serbio le dio un manotazo y un ligero empujón, mientras le gritaba. Los otros jugadores de la Sampdoria lo tranquilizaron y se lo llevaron de la zona.
En el fútbol hay líderes positivos, líderes futbolísticos, líderes impuestos, y esta clase de líderes…