¿A la más mínima provocación o insulto qué hace un mexicano, Invictos? ¿Qué, Invictos, qué? ¡No los escuchamos! Sí, una cariñosa y cálida mentada de madre. Palabras antisonantes e insultos habrá muchos, pero ninguno tiene mayor peso que una folklórica mentada mexicana.
Nuestro compatriota, Javier Hernández, ha dado muestra del fino, elegante y delicado léxico que utilizamos en nuestras tierras. En el Real Madrid vs Villarreal, en los minutos finales, Bailly le dio un pequeño empujón al Chicharito que evitó que disparara. CH14 reclamó el penal y no se lo dieron. El defensor marfileño, por su parte, le fue a decir que se había tirado un clavado.
El delantero de 26 años se paró, tiró su mirada de mexicano encabronado y le dedicó la más sutil y delicada mentada de madre que hemos visto en el fútbol español.