Con 35 años de edad y 14 años después de su partida, Damián Alvárez regresará a casa. El jugador argentino volverá a pisar el césped del estadio en el que siempre soñó jugar y lo consiguió. Mamó la historia de River desde que tiene memoria y, con tan solo 8 años de edad, se inició en las categorías inferiores del club millonario.
Su talento con el balón era bárbaro, pero tenía un problema de crecimiento. Su familia y River se encargaron de someterlo a un tratamiento de crecimiento para que al menos superara el 1.65 m. Su padre, Alberto, recuerda aquellos días: «Él empezó ahí a los 8 años, era un pibe. Jugaba al ‘baby fútbol’ y lo llevó un tipo, Arce, a probarse. Y quedó. No me olvido de que le tuvimos que hacer un tratamiento para que creciera más».
El Enano debutó con la de River en 1997, con 17 años de edad. En su ciclo con el club de sus amores compartió con jugadores de la talla de Javier Saviola, Pablito Aimar, Astrada y, el hoy DT de River, Marcelo Gallerdo. Damián recuerda cómo fue convivir con Gallardo, quien en aquel entonces ya era un peso pesado del vestuario.
«Gallardo es unos cuantos años mayor que yo, y cuando empecé a pisar vestuario ya era jefe, era el 10 del equipo y había otros monstruos que nos hicieron aprender ciertas cosas. Fuimos compañeros y son lindos recuerdos».
Damián lleva 14 años fuera de River, pero se siente un hincha más. Ve todos los partidos que puede y alienta a la distancia. Su padre asegura que cuando el club se fue a la B no pudo contener el llanto y que cada que CARP levanta un título celebra como si lo estuviera ganando él.
«El sentimiento nunca se pierde, jugué en ese estadio y con esa gente. Me tocó esa época gloriosa como aficionado, como niño y en verdad River me dio todo a mí. Me dio una educación futbolística, me abrió las puertas a este mundo del fútbol profesional, son muchas cosas que le debo a ese club magnífico. Nunca pensé jugar en contra, si sabía de la posibilidad que se pueda dar jugar contra River y se da ese día después de tantos años. Estoy con muchas ganas»,
¿Festejaría si convierte un gol en El Monumental? «No, nunca festejaría un gol contra River. Muchos dicen que los goles son para festejarlos y me gusta. Soy muy eufórico cuando me toca hacer gol, tuve la suerte que a todos los equipos que estuve les he marcado goles y de alguna manera los he gritado porque así me nació y evidentemente a River jamás le gritaría un gol porque no me nacería y porque así tiene que ser».