Hace una década, el mundo entero vio una auténtica obra de arte en un campo de fútbol. El escenario fue Stamford Bridge y el artista fue Ronaldo de Asis Moreira. El brasileño, como casi todos los artistas, quiso que muchas personas contemplaron su obra, así que invitó a más de 40 mil aficionados, millones de televidentes y 21 jugadores profesional de fútbol. Eso sí, nadie vio a Ronaldo tan cerca, en el éxtasis de su momento de inspiración, como lo hicieron Ricardo Carvalho, Frank Lampard y Petr Cech.
Ronaldinho recibió el balón en los linderos del área de los pies de un juvenil Andrés Iniesta, se plantó, con un par de fintas sacó de la jugada a un Ricardo Carvalho que salió a intentar marcarlo y, sin tomar ningún tipo de impulso, sacó un punterazo que dejó atónito a Petr Cech. El balón entró al arco ante la incredulidad del guardameta checo y todos los que sintonizamos el momento.
La obra de arte sería bautizada como La Punterinha: