La noche del 10 de marzo del 2015 ha sido, de lejos, uno de los momentos más complicado que ha vivido el Real Madrid bajo la dirección técnica de Carlo Ancelotti. Estuvieron a un gol de quedar eliminados de la Champions League, fueron exhibidos por Schalke 04, equipo al que habían despedazado un año antes, y hubo una ruptura con la afición.
Esto último se vio reflejado al final del partido, tanto dentro como fuera del campo. Tras el silbatazo final los futbolistas del Real Madrid se metieron a los vestidores entre silbidos e insultos y esto mismo lo sufrieron cuando salieron del Santiago Bernabéu.
Un grupo considerable de aficionados del conjunto blanco esperó en el estacionamiento del Bernabéu para insultar a algunos jugadores por su bajo rendimiento en los últimos partidos. Pepe, Kroos y Marcelo fueron de los pocos que salieron bien librados.