Cristiano Ronaldo la pasó mal ante Levante en el Bernabéu y la ha pasado mal en el último mes con el Real Madrid. El 2015 no ha sido muy positivo, pero el bache se pronunció tras la roja por agresión ante Córdoba. No sólo sus registros han disminuido, también ha pesado menos en el equipo.
Lo venimos diciendo: el portugués lleva rato más preocupado por convertir que por participar en el tema colectivo. Curiosamente, cuando esa obsesión se agudizó, la cuota goleadora ha disminuido y los gestos de desesperación se han hecho una constante. El Día Después le hizo un seguimiento al ‘7’ del club blanco. El resultado final muestra lo poco que está disfrutando CR7 en el terreno de juego.
Le urge al portugués darse cuenta que los goles llegarán cuando vuelva la preocupación por el funcionamiento colectivo. Ocasiones siempre tendrá y goles seguirá marcando, pero para volver a disfrutar tiene que inmiscuirse más en la generación y distribución de juego.
Lo que sí deja claro el vídeo es que sus gestos infantiles ayudan muy poco. No vemos mal que se enoje y se apasione, pero hay que medirse. A los compañeros nunca les ayudará ver a su referente manoteando, gritando y siendo intolerante.
Sobre la afición no diremos mucho porque no nos gusta generalizar, pero es terrible ver la poca memoria que tienen algunos. Lo peor del caso es que los que revientan al primer mal momento o mala racha son los que capitanean el barco en cada triunfo.
Calma, Cristiano. Calma.