Lo que se vivió el pasado 4 de abril en la Primera División de Argentina es increíble. El árbitro central Germán Delfino y su cuerpo arbitral tomaron una decisión que ha quedado en la historia del fútbol argentino.
En el partido entre Vélez Sarsfield y Arsenal de Sarandí, en los primeros minutos del segundo tiempo, hubo un mano en el área del equipo de Palermo. El árbitro central creyó haber visto que la manó fue del colombiano Rosero Valencia, por lo que decidió mostrarle una nueva tarjeta amarilla, echarlo del juego y pitar penal a favor de Vélez.
Tras las repeticiones televisivas se pudo apreciar que Mariano Pavone fue quien había cometido la mano, y cuando la gente del banco del Arsenal se enteró, vinieron los reclamos. Alguien le avisó al cuerpo arbitral que se había equivocado y decidieron cambiar la decisión. Rosero Valencia regresó al campo, no hubo penal y el balón era para Arsenal. La explosión del banco de Vélez no se hizo esperar.
En los minutos finales, el árbitro pitó un penal a favor de Vélez y los de Russo se terminaron quedando con los 3 puntos. ¡Ah! Y Rosero Valencia fue expulsado en el tiempo agregado, es decir, el colombiano vio la tarjeta roja en dos ocasiones durante el partido. Más allá del resultado, el Vélez vs Arsenal será recordado como el partido en el que un árbitro cambio su decisión tras considerar la opinión de gente que revisó tomas televisivas.
«Me hago responsable y me siento mal por esta situación, que no resolví rápido. El procedimiento fue horrible. Cambié el fallo por el aporte de mis colegas. Son cosas que no me pueden pasar. Me voy muy mal. Nunca me pasó, pero hay que ser fuerte y seguir», comentó el árbitro Delfino tras el partido.