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Marcelo no pudo estar en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Champions League ante Atlético de Madrid, pero vio el partido desde el Santiago Bernabéu. Disfrutó, sufrió y, al final, pudo celebrar.
Los últimos minutos del partido fueron una locura para el lateral brasileño. Brincaba, se acomodaba el pelo, se hincaba y, cuando escuchó el silbatazo final, celebró como un aficionado más.
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No es canterano, pero pocos sienten los colores del Real Madrid como él.
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