El 27 de abril del 2014 fue un día que quedó en la historia del deporte. En un partido de la Liga de España entre FC Barcelona y Villarreal, el lateral brasileño Dani Alves hizo algo que nunca se había visto en otro partido de fútbol.
Cuando el ’22’ del FC Barcelona se preparaba para ejecutar un córner, un inadaptado lanzó una banana al terreno de juego de El Madrigal. Dani vio el plátano y, antes de cobrar la jugada a balón parado se lo comió, provocando una reacción brutal alrededor del mundo.
El jugador sudamericano, sin querer, queriendo, inició una campaña contra el racisimo que se hizo popular en el mundo como #SomosTodosMacacos. Figuras deportivas y de muchos otros rubros se unieron a la campaña compartiendo fotografías en las que aparecían comiéndose una banana, tal y como lo hizo Dani.
«Somos humanos y somos todos iguales. Creo que eso es lo que tenemos que defender. Es un simple gesto espontáneo para dar una respuesta positiva a una acción desafortunada y fue una sorpresa la repercusión que tuvo. Tenemos que crear algo que esté bien en pro de esta lucha. Que no quede sólo en un plátano, que las personas se involucren, que la lucha continúe y que no sea algo momentáneo. Estamos en el siglo XXI y las personas tienen que evolucionar en este aspecto, pero no sólo en eso, hay que respetar al prójimo. Somos todos iguales», dijo Alves días después.