Anuncios
Algunos dicen que Pep Guardiola no es un DT muy expresivo, pero sus días en el Bayern Munich han demostrado todo lo contrario. El jugador catalán ha dejado de controlar sus emociones en el banquillo y ha comenzado a reaccionar según el momento que esté viviendo su equipo en el terreno de juego.
En las semifinales de la DFB Pokal ante Borussia Dormtund, Pep Guardiola pasó de la alegría a la molestía. De la motivación a la resignación. Y de la rabia al amor. A pesar de que el estratega catalán fue todo un show, su equipo no logró vencer al equipo de Klopp y terminó quedándose a un pasó de la final en Berlín.
Anuncios
De la rabia al amor con el cuarto árbitro:
Motivación a resignación:
A pensar en la UEFA Champions League, Pep…
Anuncios