“Para mí no fue difícil porque desde que nací mi cuerpo se adaptó a que le faltara esa parte del cuerpo. Me han dicho ‘mocho’ y otras cosas, pero ninguno de esos apodos me molesta. En la cancha me meto en el partido y ya, no pienso en nada más”.
Su nombre es Lorenzo Orellano y nació sin su antebrazo izquierdo, pero esta situación no le ha impedido luchar por sus sueños. Con tan solo 16 años de edad ha debutado profesionalmente en el fútbol colombiano. El miércoles 29 de abril del 2015 es un día que ha quedado en la historia del balompié cafetero, ya que por primera vez en toda la historia un chico discapacitado jugó a nivel profesional.
El estadio que albergó el debut del Metropolitano Roberto Meléndez. Orellano ingresó en la última media hora de partido y, según los reportes de la prensa colombiana, no desentonó. Con el dorsal ’16’ en su espalda y unos botines azules, Lorenzo cumplió el sueño por el que nunca ha dejado de luchar.
El partido de la Copa Águila entre su equipo, Uniautónoma, y Junior terminó empatado 1-1, pero el resultado, al menos, para Orellano fue lo de menos. El camino es largo, pero la ilusión del comienzo lo hace soñar con un montón de cosas. Jugando como mediapunta o extremo, Orellano espera poder afianzarse con su club.
¡Ah! Y además cursa el primer semestre de la carrera de Negocios y Finanzas. Vaya ejemplo…