Pep era uno de sus referentes. Era el espejo de muchos de los canteranos del FC Barcelona: jugador que salió de casa, se consolidó, ganó muchísimas cosas y fue capitán. Andrés había llegado al club con 12 años de edad y poco tiempo le bastó para consolidarse como uno de los jugadores con mayor proyección en las categorías inferiores del club catalán.
La Nike Cup de 1999 fue el primer gran torneo internacional en el que Andrés Iniesta hizo ruido. Con tan solo 15 años de edad se encargó de guiar al Cadete del FC Barcelona a un nuevo título. Él marcó el gol de oro ante Rosario Central en la Final y fue premiado como el jugador más valioso.
El futbolista que se encargó de darle el reconocimiento como MVP fue Pep Guardiola. Un joven Andrés recogió el premio con mucho nerviosismo. Su gafete de capitán y dorsal ‘4’ no era ninguna coincidencia. Iniesta, como muchos otros chicos, admiraba al nacido en Sampedor.
«Dentro de unos años me sentaré en la tribuna del Camp Nou a verte jugar», le dijo Pep mientras le entregaba el reconocimiento. No pasó mucho tiempo para que Andrés comenzara a entrenarse con el primer equipo del FC Barceona.
No coincidió con Pep en una temporada oficial, pero Xavi cuenta que, en alguna ocasión, Guardiola le dijo que Andrés iba a ser que él y todos los mediocampistas veteranos colgaran los botines de forma definitiva.
Años después, Pep se encontró con el chico al que en 1999 le entregó un premio en un torneo juvenil. Ahora, fue con una relación DT/jugador y lo que pasó, ya lo conocemos todos…