El 6 de mayo de 2009 es un día que difícilmente olvidará el barcelonismo. El equipo que en aquel momento era dirigido por Pep Guardiola logró avanzar a la final de la UEFA Champions 2008/09 luego de empatar a uno, jugando con 10 hombres desde el minuto 66, en Stamford Bridge con un golazo de Andrés Iniesta en tiempo de compensación.
Los blues se pusieron al frente en el marcador con un extraordinario disparo de Michael Essien en el minuto nueve. FC Barcelona era dueño del balón, pero los blues no dejaban de generar ocasiones de peligro en las contras. Al 66′, Eric Abidal se fue expulsado luego de derribar a su compatriota Nicolas Anelka y la esperanza culé parecía esfumarse.
Pasaban los minutos y los culés no encontraban la anotación que les diera el boleto a Roma. Fue hasta el minuto 92 que una jugada iniciada por Xavi Hernández terminó en una anotación histórica de Andres Iniesta. El Maestro se apoyó hacia la derecha con Dani Alves, quien sacó un centro que terminó en los pies de Samuel Eto’o. El camerunés no pudo controlarla bien y Essien, en su intento de rechazar, le cedió el balón a Messi. El astro argentino le dejó el esférico raso a Iniesta, que sin pensarlo dos veces sacó un derechazo que se incrustó en el ángulo superior izquierdo de Petr Cech.
El partido estuvo lleno de polémica porque el arbitraje terminó favoreciendo al conjutno culé. Tras el silbatazo final, Drogba se le lanzó al árbitro, Tom Henning Øvrebø, quien se había comido tres penales a favor del Chelsea y muchísimas otras infracciones del equipo de Guardiola. «¡Esto es una desgracia, esto es un robo!”, le dijo Didi al colegiado.
A pesar de lo anterior, FC Barcelona logró concretar un año histórico gracias al Iniestazo. Luego de ganar la Copa del Rey y la Liga, conquistaron el triplete tras vencer 2-0 al Manchester United en la final de la Liga de Campeones. Meses después levantaron la Supercopa de España, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes para cerrar un inolvidable 2009 con el sextete en sus vitrinas.