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Luego del partido ante Arsenal, Wayne Rooney se detuvo en las afueras del Old Trafford para firmar algunos autógrafos y tomarse algunas fotografías con los aficionados del Manchester United. El máximo referente de los red devils se descuidó tantito y, cuando volteó, su hijo mayor, Kai, estaba haciendo lo mismo él.
El pequeño de 5 años de edad repartió algún autógrafo y también dejó que lo retrataran un par de aficionados. Wayne se dio cuenta de que su hijo la estaba rompiendo y decidió llevárselo. A Kai no le gustó mucho que se lo llevaran, así que cuando Wayne lo tomó de la mano decidió soltarse, JAJA:
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