Vaya historia. Vaya ejemplo. Vaya guerrero. Jonás Gutiérrez le ha demostrado al mundo entero lo que se puede conseguir cuando nunca se deja de luchar y se tiene una actitud positiva en situaciones terribles. En poco más de un año, El Galgo pasó DE VENCER AL CÁNCER A SALVAR AL NEWCASTLE DEL DESCENSO.
En los primeros meses del 2014, Jonás comenzó el partido de su vida: el partido contra el cáncer. Después de ser mal tratado por el antiguo cuerpo técnico del Newacastle y jugar el último semestre del curso 2013/14 con Norwich City, Jonás comenzó su tratamiento sin comentarlo.
Fue hasta septiembre del 2014 que el mundo se enteró que Jonás llevaba rato luchando, valientemente, contra una de las enfermedades más malditas. Pese a los desgastado que se le veía, Jonás se mostraba positivo. En noviembre, las buenas noticias llegaron: EL CÁNCER HABÍA QUEDADO EN EL OLVIDO. «Estoy vivo otra vez. Estoy más vivo que nunca», dijo.
Una vez que la enfermedad había sido superada, el siguiente objetivo era volver a las canchas. Comenzó a entrenarse con Vélez y después se desplazó a Inglaterra para reincorporarse al Newcastle. Trabajó por separado, jugó varios partidos con la reserva y, en marzo del 2015, volvió a jugar un partido oficial en St. James Park.
Ovacionado por los estadios que pisaba, Jonás cada vez se sentía mejor y cerró la Premier League siendo titular. Newcastle tuvo un terrible cierre de temporada. La cosa estuvo tan mal que la permanencia en la Premier League estaba en riesgo. Las urracas tuvieron que jugarse todo en la última jornada ante West Ham.
Newcastle tenía que ganar para olvidarse de cualquier otro resultado, cosa que, gracias a Jonás Gutiérrez, consiguieron. El jugador argentino asistió a Sissoko para que abriera el marcador e hizo el gol que aseguró la permanencia del club de St. James Park en la máxima categoría del fútbol inglés.
QUÉ GRANDE ERES, GALGO.