Luego de 9 años como presidente de la FMF, Justino Compeán, ha decidido dar por terminado su ciclo. Pese a que en años anteriores había puesto su cargo en juego mientras las cosas no andaban bien, el señor Compeán no cumplió su palabra y esperó a irse en un momento relativamente positivo.
Los motivos de la salida del excéntrico directivo fueron estrictamente personales. Según información de ESPN desea alejarse de toda la presión que envuelve su cargo como dirigente para dedicarse totalmente al plano familiar.
El mandato de Justino duró casi 9 años. Durante este tiempo, México logró resultados importantes como el Esperanzas de Toulon, la medalla de Oro en Londes 2012, el Mundial U17, los Panamericanos, el Preolímpico, el tercer lugar en el Mundial U20 y dos Copas Oro.
Eso sí, en sus días como presidente firmamos papelones de escándalo para meternos a los Mundiales de Sudáfrica 2010 y Brasil 2014. ¡Ah! Y como olvidar aquel ridículo de la Copa América 2011, la vergüenza que causamos en Confederaciones y la lástima que dimos en la pasada Copa de Oro. También es imposible olvidar el manoseo que hubo de técnicos y el maltrato que sufrieron algunos jugadores y cuerpos técnicos.
En lo económico, nada que reprocharle. Récords positivos en su gestión. Claro, no esperábamos menos, ya que lo económico siempre ha estado por delante de lo deportivo en México. Obviamente lo económico es importantísimo, pero los dirigentes que han entendido que si andas bien en lo deportivo, lo económico vendrá por añadidura, son los que más éxito han tenido en el mundo del fútbol.
La buena noticia es que se despide Justino, la mala es que se queda Decio.
Un cambio que no cambia nada, vaya ironía…