De forma sorpresiva, Joseph Blatter anunció su marcha de la presidencia de la FIFA. Sin exponer las razones a detalle, el excéntrico directivo decidió hacerse a un lado tras 17 años en el poder del máximo organismo del fútbol. Tras la conferencia de prensa donde dio el anuncio, la FIFA publicó una carta en la que Sepp se despide y deja claro lo que viene para la FIFA en los próximos meses.
CARTA DE BLATTER
He estado reflexionando profundamente sobre mi presidencia y los 40 años en los que mi vida ha estado ligada a la FIFA y al gran deporte del fútbol. Quiero a la FIFA más que a nada y quiero hacer únicamente lo que es mejor para la FIFA y el fútbol. Me sentí obligado a afrontar las reelecciones, porque pensé que era lo mejor para la organización. La elección terminó, pero los retos de la FIFA no. FIFA necesita una reestructuración profunda.
Mientras he estado al mando de los miembros de la FIFA, no sentí que tuviera el mandato del mundo entero del fútbol -los fans, los jugadores, los clubes, las personas que viven, respiran y aman el fútbol tanto como lo hacemos en la FIFA.
Por lo tanto, he decidido dejar mi mandato al congreso extraordinario. Continuaré ejerciendo mis funciones como presidente hasta la elección.
El próximo congreso extraordinario tendrá lugar el 13 de mayo del 2016 en México. Esto crearía demoras innecesarias, por lo que instalaré un comité ejecutivo que organice un congreso extraordinario para la elección de mi sucesor lo más pronto posible. Esto necesita hacerse de acuerdo a los estatutos de la FIFA y debemos permitirle a los mejores candidatos que se presenten y hagan sus campañas.
Como no seré candidato, estaré libre de las limitaciones de las elecciones y podré estar concentrado en conducir las reformas fundamentales que han trascendido en nuestros esfuerzos anteriores. Por años, hemos trabajado duro para poner reformas administrativas pero, mientras esto continúe, no son suficientes.
El Comité Ejecutivo incluye representantes de confederaciones de las que no tenemos control, pero por aquellas cuyas acciones FIFA se hace responsable, necesitamos un cambio estructural.
El tamaño del Comité Ejecutivo debe reducirse y los miembros deben ser elegidos por el Congreso FIFA. La integridad de los miembros del Comité Ejecutivo debe ser organizada centralmente a través de la FIFA y no a través de las confederaciones. Necesitamos establecer límites no sólo para el presidente, sino para todos los miembros del Comité ejecutivo.
He luchado por estos cambios antes y, como todos lo saben, mis esfuerzos han sido bloqueados. Ahora, tendré éxito. No puedo hacer esto solo. Le he pedido ayuda a Domenico Scala para supervisar la introducción y implementación de estas y otras medidas. El señor. Scala es el Presidente Independiente de nuestra Comisión de Auditoría y Cumplimiento de elegidos por el Congreso de la FIFA. Él también es el Presidente del Comité ad hoc Electoral y, como tal, se encargará de supervisar la elección de mi sucesor.
Es la profunda atención que le tengo a la FIFA y sus intereses lo que me ha hecho tomar una decisión. Me gustaría dar las gracias a los que siempre me han apoyado en una constructiva y leal manera como presidente de la FIFA, y a los que han hecho tanto por el juego que todos amamos. Lo que más me importa es que cuando todo esto haya terminado, el fútbol será el ganador.