En octubre del 2011, Liverpool y Manchester United se encontraron en una edición más del Clásico de Inglaterra. Tras el partido, Evra acusó al delantero uruguayo Luis Suárez de insultos racistas. Ninguna cámara pudo demostrarlo, pero la FA investigó el caso y sancionó a Luis Suárez con 8 partidos de suspensión y 40.000 libras esterlinas.
El ariete charrúa no podía creer su sanción y, en señal de protesta, en su próximo duelo ante Evra decidió no darle la mano. Patrice no lo tomó bien, le estiró la mano y evidenció al jugador que surgió en Nacional de Uruguay. Rio Ferdinand, compañero de Evra, decidió no darle la mano. Luego del partido, en el que ganaron los red devils, Evra fue a celebrar frente a Lucho.
“Me pueden acusar de tirarme en el área, porque es cierto. Sabe que las imágenes no mienten. Sabe que no puede negar que ha mordido tres veces a un rival. Pero no acepta que se le señale por algo que no ha hecho. Me horroricé cuando me di cuenta que había sido acusado de eso. Todavía estoy triste y furioso de pensar que esa es una mancha que probablemente quede para siempre. Cuando mis hijas sean mayores y pongan en el buscador mi nombre, aparecerá la palabra racista. Es una mancha que no merezco”, comentó Suárez tras el lamentable acto.
Eso sí, el máximo goleador de Uruguay reconoce que llamó ‘negro’, pero no en el connotación citada. «En verdad, le llamé negro. Pude negarlo. No había una sola cámara que le diera la razón a Evra cuando me acusó de haber llamado 10 veces negro. Pero es cierto, le pregunté, ‘¿Por qué, negro, por qué protestas si es falta?” Para un uruguayo, la palabra ‘negro’ sin más no es despectiva, no tiene connotaciones racistas. Mi abuela, a mi abuelo, le llamaba negrito. ¡Incluso mi esposa, a veces, me llama negro!, contó.
Años después volverán a encontarse, pero ahora será en una final de la UEFA Champions League. Todo esto habría quedado superad, por lo que se espera el saludo de ambaspartes.