El 6 de Septiembre de 2005 fue uno de los días más tristes en la vida de Cristiano Ronaldo. El entonces jugador del Manchester United estaba concentrado con la Selección de Portugal para un partido eliminatorio importantísimo frente a la Selección de Rusia cuando recibió la impactante noticia de la muerte de su padre.
Luiz Felipe Scolari se acercó a Cristiano, que en ese momento tenía 20 años, para informarle que su padre acababa de morir. CR7 escuchó la noticia y rompió en llanto. Felipao le concedió un permiso especial para que viajara a Lisboa a despedirse de su padre, pero no quiso irse y decidió jugar el partido.
«En ese momento supe que Cristiano Ronaldo era un futbolista especial», confesó tiempo después el ex entrenador de Brasil.
El partido entre rusos y portugueses quedó 0-0, Cristiano estuvo cerca de conseguir un gol, pero Akinfeev hizo una espectacular atajada. El nacido en Funchal se quedó con las ganas de dedicarle un gol a su padre.
«Ese día quería jugar. Solo sabía que quería jugar. Quería jugar el partido en honor a mi padre. Quéria marcar un gol por él. Me puse a prueba y puse a prueba a todas las personas que me quieren. Mi padre siempre me alentaba, me pedía que fuese ambicioso y se sentía orgulloso de lo que había conquistado en el fútbol. Sé que está presente ahora y que se siente muy orgulloso», contó Cristiano años después.