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El Panamá vs Honduras regaló una imagen muy curiosa en los minutos finales. En el tiempo de compensación del encuentro, el árbitro central expulsó a Luis Enríquez por doble amarilla. El defensor lateral le fue a reclamar al silbante porque consideró que no merecía ver la roja y, de pasó, le recordó las jugadas polémicas (dos barridas que pudieron señalarse como penal) en el área catracha.
Al final, la tarjeta roja no se la sacó nadie al futbolista del Lech Poznan y se tuvo que ir rumbo a los vestidores. Eso sí, antes de marcharse hizo un gesto que causó revuelo en redes sociales. El jugador de 33 años se llevó la mano a la boca… y bueno, el gesto es muy gráfico:
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