Escribimos esta carta horas antes de que tu salida del Real Madrid se hiciera oficial. Bueno, siendo sinceros, iniciamos a escribir en aquel partido ante Schalke 04 en el que casi echan a tu Real Madrid de la UEFA Champions League. Esa noche, cuando llamaste a Cristiano para que se despidiera de la afición, tuvimos claro que te marcharías del Real Madrid cuando terminara el curso.
Con el pasar de los encuentros, dudamos. Pero más que duda, era negación: nos rehusábamos a creer que te marcharías del club de tu vida, pero llegó el partido que nos convenció: el partido ante la Juventus en el Santiago Bernabéu. Aquellas miradas al estadio en el que tantas glorias viviste nos convencieron de que estabas viviendo tus últimas horas en Chamartín.
¿Cuánto tiempo pasó para llegar a este momento? ¿25 años? Toda una vida… Y pensar que la mitad de los que se alegran por tu marcha y tuvieron la osadía de abuchearte/silbarte en tu propia casa, todavía no nacían cuando tú ya atajabas en las categorías inferiores del Real Madrid. Muchos no te vieron en tu primera convocatoria en Noruega, ni debutando en San Mamés, ni en aquella noche mágica en Glasgow.
No nos gusta generalizar, Iker, pero, tristemente, vivimos en un mundo con memoria selectiva y carencia analítica. Recordamos lo que queremos recordar y analizamos lo que nos conviene analizar. ¡Ah! Y eso sin mencionar que, muchas veces, basamos nuestras opiniones en juicios emitidos por terceros, es decir, repetimos lo que escuchamos sin siquiera pensarlo detenidamente. No hay espacio para dos versiones y la objetividad existe cuando coincide con lo que queremos escuchar. Lo relativo se vuelve absoluto, y solamente queda criticar.
Imagínate, hace unos años, hubo miles de incautos que creyeron que un entrenador, con un par de años en el club, sentía y luchaba más por el Real Madrid que tú. Suena a broma, pero así fue. Miles de personas, que se hacen llamar ‘aficionados del Real Madrid’, aseguraban que un estratega recién llegado representaba más a su club que un chico que llegó ahí teniendo 9 años de edad y que no concibe la vida sin el color blanco.
No nos sorprende, la verdad, ya que son los mismos que hace un año veían a un galés como el heredero de sus glorias y, hoy, lo tachan de jugador de quinta división. Sí, los mismos que hemos visto abuchear y criticar al jugador que lleva más de 300 goles en 6 temporadas en la institución. Aunque que culpa tienen ellos, si siempre ha sido mucho más fácil destruir que construir…
Nos importa poco lo que pasó desde 2012, Iker. Estamos seguros de que te equivocaste en más de una ocasión dentro y fuera de las canchas, pero también estamos seguros que, pese a todo, nunca pretendiste afectar al club al que has dedicado toda vida. Buenas o malas decisiones, que nadie venga a decir que hubo quienes quisieron lo mejor para el Real Madrid antes que tú.
Luchaste por seguir, aunque la tensión y presión ya se había desbordado. No es algo con lo que no puedas lidiar, pero cuando crees que lo mejor (en todos los renglones) para el club al que amas es hacerse a un lado, el camino, para personas como tú, es un solo. No te vas del Real Madrid por gusto o por estar alejado de tu mejor versión , como muchos dicen. Te vas porque crees que es lo mejor y más sano para las partes involucradas. Irónico pero, a veces, lo mejor es alejarte de lo que más quieres…
Hemos estado viendo muchísimos vídeos con tus mejores momentos con el Real Madrid y, tras ver varias compilaciones, nos ha quedado claro que no te recordaremos por tus extraordinarios lances, achiques y vuelos, sino por tu rostro cada que levantabas o celebrabas un título. El rostro que solamente pueden tener futbolistas que han jugado por el escudo antes que por el éxito individual.
Esperamos que disfrutes mucho tus días en Porto. Es una linda ciudad. Tenemos el presentimiento de que harás las cosas muy bien y provocarás el suspiro de muchos de los ‘aficionados’ de memoria selectiva de los que tanto te hemos hablado. Vas a uno de los grandes de Portugal, así que ve ejercitando eso brazos, porque el Mundial de Clubes 2014 no será el último título que levantes en tu carrera.
Nos despedimos, asegurando que costará ver al Real Madrid sin ti, pero más le costará al Real Madrid no tenerte. Adelantamos que ningún homenaje te hará justicia. Las leyendas no se homenajean, se recuerdan. Y tú, al menos por nosotros, siempre serás recordado como un madridista incansable.
El único símbolo del Real Madrid es el escudo, lo tenemos claro. Pero, por futbolistas y personas como tú, ese símbolo cada vez es más significativo. Que la sensación tras el adiós no sea amarga. El presente, en ocasiones, es muy ruidoso y complicado. El tiempo te pondrá en el lugar que mereces estar. No tenemos ninguna duda.
Iker Casillas: «He llorado, he gozado, he sufrido, lo he pasado mal, he tenido noches durmiendo poco y mal. Soy madridista de alma, y por encima de todos, de mí, de entrenadores, de presidentes, de directores deportivos, está el Real Madrid».