Eres feliz en tu empresa, te pagan muy bien y crees que puedes seguir creciendo ahí, pero de repente aparece otra compañía que, haciendo exactamente lo mismo en un entorno de menor exigencia y más favorable, te paga más del doble de lo que actualmente ganas, ¿qué harías? Exacto. La decisión que pensaste es la que el 99.99% de los profesionales/profesionistas, incluido Giovani dos Santos, tomarían.
El jugador mexicano fichó por el La GALAXY, convirtiéndose en uno de los mejores futbolistas pagados del continente. Si las cifras se confirman, el ’10’ de la Selección de México se estaría embolsando 7 millones de dólares, una cantidad que ni en sus mejores sueños húmedos ganaría en el viejo continente.
Y cuando decimos ‘mejores sueños húmedos’ nos referimos a que ni firmando una temporada con registros de Messi o Cristiano y volviendo al FC Barcelona se embolsaría los 7 millones de dólares que va a ganar en la Major League Soccer (esas son cantidades a las que aspira un Di María, Marcelo Ramos o un Rakitic).
Cuando nos enteramos que se iba a ir al LA Galaxy automáticamente pensamos en la palabra retroceso, pero luego de analizar las cosas con detenimiento, ENTENDIMOS TOTALMENTE la decisión del jugador surgido en la cantera culé. Es una oportunidad económica única. Y aunque, en ocasiones, el romanticismo y amor por el fútbol nos ciega a los seguidores, hay vida después del fútbol para todos los que profesionalmente se dedican al mismo.
Es egoísta de parte de un hincha hablar de traición sin analizar el caso con empatía. Es oportunista insultar sin conocer el fondo. Y es lamentable recriminar una decisión cuando tú, en esa posición, harías exactamente lo mismo.
En el fútbol y cualquier otra carrera, se vale decir: ‘aquí no voy a crecer más’, ‘necesito cambiar de trabajo’, ‘no soy feliz estando con estos compañeros’, ‘quiero ganar más dinero para asegurar el futuro de mi familia e hijos’. Se vale que después de luchar y cumplir ciertos objetivos digas: ‘quiero seguir haciendo lo que más me gusta, pero con una exigencia menor’. Y no, no es mediocridad.
Por ahí, hemos leído que comparan el caso de Tévez con el de Gio, lo cual nos parece fuera de lugar. Cierto, Tévez sacrificó lo económico por volver al club de su vida, pero no hay que olvidar que durante una década estuvo moviéndose al mejor postor. Como bien dijo él: «Yo el dinero lo gano en Europa. En Argentina juego por amor y para divertirme».
Además, los casos son muy distintos. Carlitos aspiró al más alto nivel europeo siempre. El argentino tuvo contratos en Europa que en la MLS difícilmente le pagarían, mientras que a Giovani, por tener la calidad para ser referente de un club de Europa League (mediano), le pasa lo contrario: en Europa nunca le pagarían lo que le van pagan en la MLS. En el viejo continente, Gio es un buen jugador, mientras que en USA, será uno de los mejores.
A veces, por la calentura de un traspaso se nos olvida lo mucho que han taloneado los jugadores. No olvidemos que este chico dejó todo en Monterrey para ir a LUCHAR POR SU SUEÑO con apenas 13 años. No olvidemos que salió del FC Barcelona porque sus ganas de mostrarse en las grandes Ligas. Y tampoco olvidemos lo mucho que le costó abrirse camino en España después de sufrir en Inglaterra e incluso Turquía.
En lo deportivo, perderá el roce internacional, la competencia interna y el fogueo con jugadores de élite (en plenitud). Pero después de haber recorrido lo que recorrió en su carrera y tener esta oferta en la mesa, entendemos que haya dicho que SÍ pese a todo lo que se pueda comentar.
Jugará, seguramente brillará y se convertirá en ídolo. Y además, estamos convencidos de que se sentirá más a gusto porque encontrará la estabilidad y tranquilidad que todos los que hemos trabajado buscamos día a día.
Aprovechamos este espacio para comentar que cada día admiramos más a personas como Francesco Totti, Ryan Giggs, Xavi Hernández, Steven Gerrard, Javier Zanetti o Carles Puyol. Ellos pertenecen al 0.01% que rechazarían, sin pensar mucho, la oferta que planteamos en el inicio de esta columna. Y no es porque no quieran ganar más dinero o busquen más tranquilidad, simplemente pertenecen a un grupo muy reducido que puede encontrar esto en un mismo lugar. Para ellos sólo existe un camino y, eso, es de admirar.
Se puede no compartir la decisión de Giovani, pero, al menos nosotros, la ENTENDEMOS.