Por la calendarización de la competencia, los cuatro clubes que se clasificaron a las semifinales de la Copa Libertadores tenían la oportunidad de reforzar sus planteles, modificar situaciones directivas o dar de baja a algunos jugadores previo a que se disputara la eliminatoria.
Tigres UANL lo hizo. La directiva felina demostró con su inversión que quería, a como diera lugar, superar al Internacional de Porto Alegre para convertirse en el tercer club mexicano en alcanzar la final de la competencia más importante de clubes en el continente.
Llegaron André-Pierre Gignac, Uche, Jürgen Damm, Javier Aquino y Jairo González. El club de San Nicolás hizo el fichaje internacional más importante del mercado en México, fichó a un delantero de una Liga TOP, trajo a uno de los jugadores mexicanos más prometedores del momento, repatrió a un chico que, pese no a ester en un buen momento, tiene grandes condiciones y apuntaló el plantel con un jugador que hizo las cosas bien con su ex equipo.
La inversión estaba hecha y se sabía que Tigres UANL había armado uno de los mejores planteles del continente. Ahora, era el momento de hablar en la cancha. Muchos pensaron que haber hecho ‘tantos cambios’ iba a traer consecuencias graves, pero la entrega, disposición, determinación y, por supuesto, fútbol de los recién llegados no lo permitieron.
Los refuerzos de Tigres UANL cayeron como anillo al dedo y han comenzado a mostrarse donde se debe: EN EL TERRENO DE JUEGO. Los que jugaron no sólo respondieron, marcaron diferencia.
→ Javier Aquino. El MVP de la eliminatoria. Hizo lo que quiso por su banda. Cuando la serie estaba en un momento complicadísimo en Porto Alegre, el internacional azteca se fajó y comenzó a despertar a sus compañeros con sus eléctricas conducciones. Quizá otros se lleven las portadas, pero la profundidad, dinamismo e inteligencia con la que jugó Javier es digna de destacarse.
→ Andre-Pierre Gignac. La calidad no se puede negar, se percibe desde Tailandia. Es un delantero distinto, por eso convirtió la cantidad de goles que convirtió en el fútbol de su país. En la ida mostró destellos de calidad pura y en la vuelta confirmó que está para marcar diferencia desde ya. Más allá del gol y sus grandes jugadas individuales, nos quedamos con la garra, determinación y entrega que jugó. No es muy común ver a una estrella internacional que viene a un ‘club de menor exigencia’ tan comprometido desde el día 1.
→ Jürgen Damm. Le costó muchísimo en la ida, pero en la vuelta demostró porque es uno de los jugadores mexicanos con mayor proyección en estos momentos. Volvió loca a la defensiva del internacional con su velocidad. Dos asistencias espectaculares para el jugador más caro del pasado draft.