A pesar de que su equipo jugó muy bien en el primer tiempo del partido ante AC Milan correspondiente a la AudiCup, Pep Guardiola se fue enojadísimo a los vestidores. ¿La razón? La lesión del juvenil Kimmich. El chico de 20 años de edad, que aún no debuta en la Bundesliga, se tuvo que marchar del partido tras recibir una fuerte entrada de Nigel de Jong.
Pep no se guardó su molestia y le dijo de todo al mediocampista holandés cuando se lo encontró en el pasillo. Nigel, quien todos sabemos es un jugador bravísimo, no se quedó callado, así que los ánimos se caldearon. Afortunadamente, el encuentro verbal no pasó a mayores.
Imaginamos que si hubiera sido otro jugador no habría existido el reclamo, pero como Pep -y todo el mundo- sabe que Nigel no es un jugador que se caracterice por tener buenas intenciones y jugar limpio, pues se armó la trifulca…