Con 22 añitos de edad, Carlos Tévez, delantero argentino, inició su aventura por el fútbol del viejo continente. Luego de romperla en Argentina y Brasil, el nacido en Fuerte Apache decidió probar el balompié inglés y fue fichado por el West Ham de la Premier League.
A su llegada a Londres, comenzó a disfrutar de las ventajas de ser fichado. No tenía mucho tiempo en la ciudad cuando el club le obsequió un auto para trasladarse, ya que, a diferencia de lo que pasa en Sudamérica, allá no se concentra cuando se juega de local, sino que cada jugador llega por su cuenta.
Tévez, con el coche en casa, tenía claro que quería aprovechar su prestación para ir a su nuevo estadio desde el día 1, pero, previo a su primer partido, tuvo un ligero inconveniente. Entre la dificultad del idioma, los problemas con la tecnología y la confusión con un micro, Carlitos estuvo a nada de no llegar a su primer partido con el West Ham…
«Me dan el auto y típica mía… me dice Adrián (su representante): ‘vamos a llamar un taxi y nos vamos todos juntos en un taxi’. Y yo tenía que ir al partido dos horas antes. Y le dije a Adrián: ‘No, ya me entregaron el auto, yo me voy en el auto’. Y me dice: ‘no seas boludo, no vamos a llegar’. Entonces, yo le dije: ‘ponemos el GPS, que está nuevo, y nos lleva hasta la cancha’… Faltando 3 horas bajo todo cambiado y cuando pongo el GPS (estaba en inglés) no cazaba una… Me empecé a poner nervioso. Encima, para el primer partido, el DT nos dijo que teníamos que ir de traje y yo nunca en la vida me había puesto un traje. Era un desastre…», cuenta entre risas.
«Estuve una hora en el auto tratando con el GPS, yo ya tenía que estar en el club, de repente paro un micro grande, como que venía a buscar un equipo… y yo dije: ‘estos deben ser los contrarios’ y le empiezo a explicar si iba para la cancha y me dijeron: ‘yeah, yeah’, entonces lo seguí… Iba el micro adelante, yo atrás y la policía atrás. Pasaron 5 minutos, 10 minutos, 15 minutos, 20 minutos y yo decía: ‘la puta madre a dónde vamos’… Y mi viejo comenzó a ponerse nervioso, yo iba manejando, ahí, con el auto nuevo… Y no llegábamos, no llegábamos, así que le empecé a tocar la bocina al micro para que se pare. Faltaba 1 hora y media para que empezara el partido, ya llegaba re tarde. Le dije que iba a la cancha del West Ham, le decía en castellano… ‘A la cancha del West Ham’, le decía. Y me dijo: ‘no, la cancha del West Ham está a 20 minutos (risas)’. Y ya me pusieron a un policía de la moto y él me llevó a la cancha… ¿El micro que era? Era el micro de otro cuadro (risas)», finalizó.
QUÉ PERSONAJAZO.