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Agredir a un rival dentro del campo es injustificable, pero hacerlo dónde más duele no tiene nombre. Leigh Griffiths, delantero del Celtic, le dio un rodillazo en los testículos al central sueco Tinnerholm, del Malmö, en la primera parte del partido de vuelta de la fase previa de la UEFA Champions League.
Lo más increíble de este reprobable incidente es que el centrodelantero escocés únicamente fue amonestado. El golpe que recibió Tinnerholm no tuvo consecuencias mayores y pudo completar todo el partido en el que Malmö, con un global de 4-3, consiguió su pase a la fase de grupos de la UEFA Champions League.
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