Ángel Correa creció en un barrio muy humilde. El hoy jugador del Atlético de Madrid y la Selección absoluta de Argentina vivió momentos complicadísimos en su infancia, como el fallecimiento de su padre y su hermano mayor, pero gracias a su madre y el fútbol pudo salir adelante.
Uno de los espejos del jugador que debutó en San Lorenzo era Carlos Tévez, quien, al igual que él, creció en un barrio marginado y pudo hacerse de un nombre en el mundo del fútbol. La madre de Correa soñaba con ver a su hijo seguir el camino de El Apache, por lo su admiración por el jugador de Boca Juniors era/es inmensa.
Muchos años han pasado desde que Correa soñaba con llegar al profesionalismo y las vueltas del fútbol le han permitido compartir con Tévez en la Selección de Argentina. Cuando su madre se enteró que iría a concentrar con Carlitos, no dudó en pedirle que Tévez le mandara un saludo.
«Le había dicho a mi representante que le pidiera la camiseta a Tévez para que se la mande a mi mamá, porque Tévez es un jugador al que aprecia mucho. Ahora, que me están formando, me dice ‘que me mande un saludo, que me mande un saludo’, así que todavía le tengo que decir… pero no lo quiero molestar. No quiero molestar a nadie. No le he pedido nada porque me da vergüenza», cuenta el chico de 20 años.
De admirarlo a compartir con él en la Selección de Argentina… FÚTBOL.