Los árbitros que pitarán la Serie B de Italia en el curso 2015/16 saltarán al terreno de juego con una novedad en sus bolsillos: una TARJETA VERDE. Sí, además de la tarjeta roja y amarilla, los colegiados añadirán una tercera tarjeta. Eso sí, el uso de la tarjeta verde será muy distinto al de las dos tarjetas tradicionales, ya que ésta premiará las acciones de Fair Play.
Están leyendo bien, mientras la roja y amarilla castigan agresiones, actos antideportivos y demás conductas que van en contra del juego limpio, la tarjeta verde se utilizará para reconocer cuando un jugador actúa de manera justa y limpia en el terreno de juego (aún no se definen qué clase de actos). De acuerdo a información de ABC, esta iniciativa comenzará en la jornada 4 del campeonato, es decir,a finales de septiembre.
Será la primera vez que esta iniciativa se ponga en marcha a nivel profesional: «Se trata de una recompensa para los deportistas que se comportan de forma positiva en el juego y en el deporte en general», explicó el presidente de la Serie B, Andrea Abodi, durante la presentación del campeonato en agosto.
Se señala que estas tarjetas verdes se contabilizarán y los jugadores que más hayan visto durante la temporada serán recompensados (aún no se explica de qué manera) a final de la campaña.
A nosotros el concepto actual del FairPlay nos genera un conflicto tremendo. ¿Reconocer como extraordinario lo que debería ser ordinario? Por ejemplo, el gol con la mano de Klose en un Napoli vs Lazio. El alemán reconoció que metió el gol con la mano y se invalidó. ¿Cuál es el FairPlay? ¿Arrepentirse de hacer trampa? Aceptar un error y querer que no afecte es un gesto sensato, pero no se puede hablar de ‘juego limpio’ cuando, en un inicio, se intentó hacer trampa.
Por increíble que suene, el deporte -y el mundo- llegó a un punto en el que se tiene que reconocer lo que debería ser normal. Cuesta creer que jugar sin intentar hacer trampa sea digno de una mención especial…
¿Qué opinan sobre el tema, Invictos?