Minuto 6 del clásico barranquillero entre Junior y Uniautónoma. Pelota dividida en el área de Uniautónoma en la que el árbitro central Gustavo González se inventa una mano de un defensor del elenco universitario, pitando un penal a favor de Junior.
Los jugadores del equipo visitante no lo podían creer y se lanzaron a reclamar. El que había metido la mano había sido el paraguayo Roberto Ovelar y no el defensor, por lo que la polémica se despertó. El jugador de Junior vio cómo reclamaron los jugadores del equipo dirigido por Hernández y decidió contarle su versión al colegiado.
El guaraní reconoció que fue él quien tocó el balón con la mano y el árbitro decidió rectificar su señalización. El gesto tomó mayor relevancia porque, en ese momento, el penal pudo significar el empate en el marcador (al final lo ganó Uniautónoma 0-2). Quizá por la presión o no, pero Ovelar hizo lo que debía haber hecho.
«Yo soy muy sincero: le dije que hice la mano, pero que fue intencional. El árbitro me sacó la tarjeta (amarilla), pero bueno», declaró Ovelar tras el partido.
Tal y como comentamos en la nota de la tarjeta verde, lo del FairPlay es un tema que da para conversar por horas. Lo de Ovelar, por ejemplo, nos parece un gesto sensato, pero no se puede hablar de FairPlay cuando, en un inició, intentó hacer trampa. Es decir, ¿es correcto reconocer a alguien que aceptó que intentó hacer trampa?
Lo dicho: llegamos a un punto en el deporte -y el mundo- en el que lo que debería ser ordinario comienza a ser extraordinario. Se aplaude cuando alguien acepta que intentó hacer trampa, cuando lo que debería aplaudirse es que no se intente hacer trampa bajo ninguna circunstancia.
Es buenísimo reconocer cuando nos equivocamos pero, hacerlo, no debería ser digno de un nombramiento especial. No se puede -debe- pasar de intento de trampa a jugador ejemplar.
Aplaudimos lo de Ovelar, como en su día lo hizo Klose (vs Napoli) y como lo han hecho otro jugadores pero, a nuestro entender, no se debe hablar de juego limpio cuando la jugada que inició el debate atenta contra el mismo…