Los jugadores iraníes Ashkan Dejagah, y Sardar Azmoun deberían presentarse ante la comisión de ética de la Federación de Fútbol de Irán luego del encuentro ante India en Bangalore, correspondiente al proceso de clasificación del Mundial de Rusia 2018.
¿La razón? Los tatuajes con los cuentan, ya que se considerarían una ‘invasión cultural occidental’. El jefe de la comisión de ética, Ali Akbar Mohammedsadeh, habría señalado que se le exigirá a los jugadores que disputen los próximos encuentros con camisetas de manga larga para evitar que los tatuajes sean vistos.
En la prensa iraní, según información recogida por diversos medios del continente americano, se especula con la posibilidad de que los jugadores sean sancionados o incluso suspendidos del equipo de manera indefinida.
La federación iraní es estricta con el uso de tatuajes y peinados extravagantes, a los que considera «una invasión cultural» que pone en riesgo los valores islámicos. Exigirían que sus deportistas sean un modelo para la juventud.
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