Con apenas 12 años de edad se alejó de casa. Fue invitado por Sporting Lisboa para realizar unas pruebas y, a pesar de que su padre no quería dejarlo ir, el resto de su familia lo apoyó porque sabía que era lo que soñaba. Viajó a Lisboa acompañado de su padrino y se quedó en el club de la capital de Portugal.
«No sólo me impresionó su talento. Se veía ya que el chico era muy bueno, que el balón era una extensión de su cuerpo, que jugaba bien con las dos piernas, que era muy rápido y que iba bien de cabeza. Pero sobre todo impresionaba la determinación que tenía, su personalidad y su coraje en el campo. Desde el punto de vista psicológico, parecía indestructible. No tenía miedo de nada ni siquiera de los jugadores mayores que él. Tenía una capacidad de liderazgo que sólo tienen los grandes», relató Aurelio Pereira, director de la cantera.
Sus primeros meses viviendo solo en Lisboa fueron complicadísimos. Extrañaba a su familia y, en varias ocasiones, amenazó con regresarse. Su madre no lo permitió. La señora Dolores lo alentaba y le recordaba lo mucho que soñaba con tener una oportunidad cuando estaba en casa. No desistió. Luchó por su sueño y su gente.
Su ascenso fue meteórico. En poco tiempo comenzó a ser considerado por el primer equipo del Sporting de Lisboa. Un año le bastó para causar sensación y ser fichado por el Manchester United de la máxima categoría de Inglaterra. El club del Old Trafford se convenció de ficharlo tras un Sporting vs United. «Su actuación ese día con el Sporting fue increíble. En el descanso recuerdo que dije: ‘¿Cómo se llama ese chico?’ Estuve en el Sporting el día siguiente y habíamos hablado de todo, absolutamente de todo. No teníamos duda de que teníamos que fichar a Ronaldo«, declaró Sir Alex en 2008.
Dio el salto a un gigante de Europa. Y en un abrir y cerrar de ojos pasó de ganar 2,000 euros a ganar 800,000. Cristiano Ronaldo no se olvidó de su principales impulsores…«La primera cosa con mi sueldo del United fue decirle a mi mamá que dejarla de trabajar porque sabía que había sufrido mucho Y que había pasado muchas dificultades. También ayude a mi hermano y mis hermanas. Si no ayudamos a la familia entonces, ¿a quién vamos a ayudar? Cuando mi familia no está bien, yo no estoy tranquilo, no me siento nada bien. Siempre me han ayudado cuando yo lo he necesitado».