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La desesperación se volvió a apoderar del brasileño Felipe Melo. En el Internazionale vs Lazio, cuando el partido estaba 1-2 a favor de los romanos, Melo perdió la cabeza y le puso uno de sus botines a la altura del rostro a Lucas Biglia. El árbitro vio de cerca la acción y no dudó en mostrarle la tarjeta roja directa.
La frustración del ex Galatasaray comenzó segundos después de que cometió un ridículo penal con el que la Lazio se puso en ventaja en los minutos finales. Melo se volvió loco y Biglia fue quien pagó los platos rotos. Afortunadamente, el argentino se puso de pie y terminó el encuentro en el Giuseppe Meazza.
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Esperemos una SANCIÓN EJEMPLAR…
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