Actualmente es uno de los mejores directores técnicos del mundo, pero antes de iniciarse en los banquillos intentó con los pantalones cortos. ¿Cómo era en sus días como futbolista? Según sus propias palabras, un chico que tenía un talento de tercera división y una cabeza de primera división.
«No tenía dinero, y el futuro no pintaba bien, pero amaba demasiado este juego. No era bueno técnicamente, y me odiaba a mí mismo por ello. Siempre soñé con ser entrenador. Si alguien hubiera venido y me hubiera dicho, con 25 años, que dejara el fútbol para ser manager, no hubiera tenido ningún problema», declaró.
Como jugador pasó casi toda su carrera profesional en el Mainz 05, donde fue muy querido y apreciado por la fidelidad que le mostró al club. Como bien dijo no era un jugador de condiciones extraordinarias, pero nunca dudó en dejarse todo por cada balón que disputaba.