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En la jornada 19 de la Premier League, Erik Lamela sufrió una de las patadas más duras de su carrera. El jugador del Tottenham buscaba un balón ante el juvenil holandés Nathan Aké en el duelo ante Watford y éste lo recibió con una brutal patada. El árbitro central, tras ver la jugada, no dudó y decidió expulsar al chico que aún le pertenece al Chelsea.
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