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Luego de asistir a la gala del Balón de Oro 2015, Cristiano Ronaldo volvió a los entrenamientos del Real Madrid. Tras la sesión, se detuvo para atender a los aficionados que lo esperaban, pero no todos se supieron comportar…
Algunos invadieron su espacio en el coche y hubo uno que se colgó de su automóvil. Cristiano comenzó a molestarse y, en cuanto tuvo oportunidad, decidió marcharse. Está bien que quieran un recuerdo de su ídolo, pero hay que comportarse.
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