Actualmente es uno de los delanteros con más proyección en el mundo y milita en el Atlético de Madrid de la Primera División de España, pero no todo ha sido fácil en la carrera de Luciano Vietto. Dejó su casa a los 13 años, probó suerte en un club que no lo valoró y estuvo cerca de jugar el fútbol, pero no se dio por vencido…
Se inició en el Club Atlético Independiente Union Cultural, donde brillaba en cada partido que disputaba. Soñaba con jugar fútbol, pero hasta el día en el que ofrecieron representarlo nunca se lo había tomado tan en serio. Con tan solo 13 años firmó su primer contrato con una agencia de representación y se marchó para probar suerte en Estudiantes La Plata.
«Un día estaba uno de los que trabajan para mi actual representante y seleccionó a varios chicos del Club Atlético Independiente Union Cultural, club en el que jugaba. Y, bueno, fui haciendo pruebas y me eligieron para empezarme a representarme. La primera vez que me fui a vivir solo tenía 13 años. Las primeras noches lloraba siempre, me costaba mucho estar sin mi familia», contó Luciano en entrevista para 100% Fútbol.
En el club rojiblanco estuvo dos años y medios. No fue un proceso sencillo y en séptima división decidieron dejarlo libre. Vietto tuvo que volverse a casa sin saber si quería o no seguir jugando a la pelota. Entre la duda, se abrió la opción de Racing y la ilusión volvió apoderarse de él.
«Tuve una etapa en Estudiantes La Plata, dos años y medio. En séptima división quedé libre y tuve que volverme a mi casa seis meses. Fue una etapa complicada porque uno no sabe si volver a apostar por el fútbol o los estudios, pero bueno, con la ayuda de mi familia y la gente de mi representante, pudimos encaminarnos a Racing«, confesó.
En Racing, las cosas se fueron acomodando. Diego Simeone, que actualmente lo dirige en el Atleti, lo vio en los equipos juveniles y lo ascendió al primer equipo. Su debut no tardó en llegar: «Había llegado Simeone a Racing y él apostaba mucho por los juveniles. Un día fue al predio a ver y, bueno, por suerte tuve una buena mañana y, a partir de ahí, me llevó a Primera. No tardó mucho en hacerme debutar».
En su primer partido como titular con la camiseta de Racing, Luciano no hizo ni uno ni dos goles, se despachó con tres anotaciones. Su nombre comenzó a sonar en toda Argentina y empezó a soltarse en Primera: «Haber debutado como titular y marcar tres goles fue impensable. Uno sueña con debutar y marcar un gol, pero hacerlo tres veces fue algo increíble».
Un par de años en el primer equipo de Racing le bastaron para ser fichado por el Villarreal, club que pagó 5 millones de euros por su fichaje. En España, la historia ya todos la conocemos… DEL RECHAZO A LA ÉLITE. Vaya ejemplo.