Se inició en el Club Atlético Independiente Union Cultural y desde sus primeros años jugando a la pelota se supo que era distinto al resto. Marcaba diferencia cada que se ponía los pantalones cortos, siendo clave para que su equipo ganara casi todos los partidos que disputaba.
En algunos encuentros, se dedicaba a aumentar sus registros goleadores por lo fácil que le era convertir, pero había partidos en los que se ponía como objetivo ayudar a que la mayoría de sus compañeros marcaran. Sí, su calidad era tanta que se podía darse esos lujos.
«Luciano marcaba una diferencia tan grande en los encuentros, que en los equipos en los que jugaba ya ganaban sus partidos 6-0 o 7-0 a los quince minutos, y cuatro o cinco goles habían sido de Luciano. Y el resto del partido se dedicaba a que la mayoría de sus compañeros hicieron goles. A veces los partidos terminaban 10-0 o 12-0 y Luciano hacía que todos sus compañeros hicieran goles», declaró el abuelo de Vietto.
Su talento no pasó desapercibido por mucho tiempo. Con apenas 13 años de edad firmó con una agencia de representación y comenzó su aventura por el fútbol: «Un día estaba uno de los que trabajan para mi actual representante y seleccionó a varios chicos del Club Atlético Independiente Union Cultural, club en el que jugaba. Y, bueno, fui haciendo pruebas y me eligieron para empezarme a representarme. La primera vez que me fui a vivir solo tenía 13 años».
El proceso camino a su debut en Primera División no fue nada sencillo, incluso estuvo a punto de dejar el fútbol tras ser liberado por Estudiante La Plata. Pero no bajó la guardia, apareció Racing y llegó la oportunidad de ir a Europa, donde se ha posicionado como uno de los delanteros con mayor proyección en el mundo. FÚTBOL.