Apenas comenzaba su camino en la Primera División con Nacional de Uruguay cuando, en una entrevista, confesó que su sueño era jugar en el FC Barcelona. Había dos razones por las que quería jugar en el club catalán: la primera porque su novia vivía en la ciudad y quería casarse con ella. Y la segunda porque quedó atrapado por el fútbol del Barça que comandaba Ronaldinho.
«Primero, cuando empiezo mi relación con mi actual mujer que, en aquel momento, era mi novia. Ella se vino a vivir a Barcelona y a los dos meses yo vine de vacaciones. Tenía 16 años y Barcelona me ilusionaba mucho. Iba y estaba en los alrededores del estadio, iba a la boutique. Y como yo no tenía dinero, únicamente me tomaba fotos», confesó.
«Los primeros botines que me pude comprar con mi dinero fueron unos de Ronaldinho, imagínate el fanatismo que tenía. Y, bueno, luego vino la época FC Barcelona que jugaba lindo, que jugaba bonito, y más me gusto. Por eso es el amor que le tengo a la ciudad y al equipo. Mi hija nació acá también», añadió.
La mochilita del FC Barcelona: «Me acuerdo que cuando fiché por el FC Barcelona, un periodista que me entrevistó cuando estaba en Primera de Nacional me dijo que se acordaba de que me veía bajando del autobús, con 16 o 17 años, con mi bolsito gris que tenía el escudo del FC Barcelona».
El vinculo se hizo más fuerte por el esfuerzo que hizo el FC Barcelona por ficharlo cuando nadie lo veía con buenos ojos por lo de Chiellini: «También valoro mucho el esfuerzo que hizo el club para ficharme. Es algo muy especial. Y cada vez me siento mejor aquí».
Un vida y carrera de película. Tremenda historia…