Nació y creció en un humilde, pero nunca le faltó nada. Su familia lo apoyó en todo momento y, eso, le permitió luchar hasta el final por sus sueños. En el vecindario lo definen como un chico inquieto, pero la cualidad que más destacan fue su perseverancia.
«Era un niño inquieto, que jugaba siempre al fútbol en la calle. Como todos los niños del barrio. Tuvo una infancia muy linda. Eran una familia muy humilde, pero muy buena y trabajadora. Luis se divertía mucho», relata una vecina.
Suárez comenzó a jugar en equipo desde muy chico. Jugó en varios equipos cercas de casa antes de cumplir el sueño de jugar en las inferiores del Nacional, club de sus sueños. Aunque técnicamente no sorprendió en un inicio, su entrenador en sexta división recuerda que Luis vivía con una intensidad distinta cada partido que disputaba.
«Lo tomé en sexta y estuvo conmigo tres años. Era un chico como los demás. Tenía buen comportamiento, muy compañero de todos. Muy solidario. Pero lo que lo caracterizaba era la intensidad con la que vivía el fútbol. Él se entrenaba para ser el mejor. Admiraba de él la forma de entrenar. La forma de prepararse. Con la seriedad que se tomaba los partidos. Él siempre quería ganar. No tenía miedo de perder, quería ganar», decaró Ricardo Perdomo.
La clave del éxito de Luis, según Mathias Cardacia, jugador profesional con el que coincidió desde equipos infantiles, es su confianza y deseo de superación: «Cree mucho en sí mismo. En cuanto más en contra la tiene, más cree en él. Confía en si mismo. Eso lo hace ser tan grande. El quiere siempre. Siempre fue líder. Creo que todo ese combo lo ha hecho llegar al lugar en el que está».
Con base en trabajo, dedicación y mucha perseverancia, Suárez fue cumpliendo sus sueños y, ahora, es ejemplo en la escuela a la que asistía: «Yo le digo a los niños ‘yo tuve a Luis como mi alumno y llegó a dónde está por la perseverancia, todos los días lo veíamos con su uniforme para irse a entrenar. Algunos lo siguen por su juego, pero Luis es un ejemplo por sus valores humanos'», relató una de sus profesoras.