Gianmarco Fraglica, hincha de la Juventus, contó detalladamente en su cuenta oficial de Facebook la historia del gesto que tuvo Álvaro Morata con él luego de que se lo encontrara en un restaurante en Turín tras el duelo en el que Juventus derrotó 3-0 al Internazionale en las semifinales de la Coppa Italia, precisamente con dos anotaciones del atacante español.
«Soy de la opinión de que nada ocurre por casualidad. Lo que voy a contar es algo surrealista que recordaré todos los días de mi vida. Todavía cuando lo pienso se me pone la piel de gallina y no lo puedo creer.
Después de que Juventus ganara 3-0 me dirigía a casa satisfecho por el resultado y por los goles de mi ídolo, Álvaro Morata. Pensé que era mejor comer algo y, con la camiseta de Morata que siempre utilizo durante los partidos, fui un lugar que acostumbro. Hasta aquí todo iba normal.
Me senté, ordeno y de repente veo un revuelo entre los meseros. Pregunto la razón y me responden: ‘Está por llegar Morata’. Pueden adivinar mi felicidad. Pensé que tendría la posibilidad de hacerme una foto con él. Llegó, saludo a todos y luego se acercó para preguntarme mi nombre. Le respondí, me preguntó si yo ya había ordenado y le dijo al dueño: «Hoy lo de Gianmarco está en mí».
Mi asombro era tal que no me di cuenta que, mientras pasaba todo esto, él había mandando a uno de sus amigos por una camiseta nueva de la Juventus. Tomó un marcador y en perfecto español escribió: «Para mí amigo Gianmarco con todo cariño, Álvaro Morata». Mi sueño se había hecho realidad. Mis brazos estaban temblando y pensé que estaba soñando.
Llegó mi pizza y Álvaro estaba sentado en una mesa con sus amigos. En un momento escuché mi nombre y era Morata, que me preguntó si quería sentarme a comer con ellos. Yo estaba a punto de desmayarme y, con la voz quebrada por la emoción, acepté la invitación.
Empezaron a hacerme sentir como uno de ellos. Me pidieron que hablara de mi vida, de mi familia, lo que estudio y si iba con frecuencia al estadio. Después de varias fotos y charlas, Álvaro me dio su número de teléfono y me pidió, como si fuera amigo suyo, que escribiera mi número de celular. Me dijo que cualquier cosa que necesitara, él me ayudaría.
La noche pasó entre risas, fotos e intentos fallidos de Álvaro por enseñarme algo de español. Yo estaba demasiado emocionado como para aprender. Después de una hora juntos y pagarme la cena, me abrazó y me dijo: «Estoy muy contento de conocerte, Gianmarco. Espero tener noticias de ti». Sentí que un gran escalofrío recorrió mi espalda y fue directo al corazón.
No sé qué he hecho para merecer todo esto o si solamente fue un hermoso giro del destino. Pero el hecho es que un día les podré decir con orgullo a mis hijos que en una noche en Turín cené con Álvaro Morata invitado por él y con su camiseta puesta (todo esto coronado con un sensacional 3-0).
Gracias Álvaro, me has hecho muy feliz».
Imposible no emocionarse después de leer lo que este gesto de Morata generó en Gianmarco. Una comida que marcó una vida…