La acción que protagonizó el defensor inglés Kieran Gibbs en el duelo que Arsenal sostuvo ante Burnley en la cuarta ronda de la FA Cup va Directa y sin escala a la colección de lo más increíble que se ha visto en la presente temporada.
En el minuto 30 del primer tiempo, Gibbs intentó salir a hacer una cobertura y, al resbalarse, terminó barriendo a su propio compañero Francis Coquelin, quien estaba regresando a las canchas tras más de dos meses de ausencia por lesión.
Y lo peor que le pudo pasar a Gibbs, sucedió. En esa misma jugada, Burnley marcó y empató el partido en el Emirates Stadium. Para fortuna del defensor inglés, Coquelin pudo seguir en el partido y Arsenal, con la anotación conseguida por Alexis Sánchez en la segunda parte, ganó 2-1 y avanzó a la quinta ronda de la FA Cup.