Uno de los mejores delanteros de los tiempos. Comenzó en Argentina, la rompió en Italia y se convirtió en una auténtica leyenda a nivel internacional. Potencia, juego aéreo, gran capacidad para romper en velocidad y un repertorio amplísimo en zona de definición. Un espectáculo absoluto. Él es Gabriel Omar Batistuta.
1. No soñaba con ser futbolista. No tiene ningún reparo en decirlo. El fútbol no fue el deporte que lo apasionó desde niño. El Mundial de 1978, en el que Argentina fue campeón, lo motivó a practicarlo, pero nunca se visualizó siendo un profesional de la pelota. «Nunca soñé con ser futbolista ni cuando tenía 9 años ni cuando tenía 15 años. Mi vida iba por otro camino».
2. Mario Kempes, su primer gran ídolo. Lo vio en el Mundial de 1978. «En mi barrio no había muchas televisiones, así que la ponían en la ventana de mi casa y nos poníamos todos en la vereda. Verlo a Kempes correr, con esos pelos… Fue increíble». Después, cuando ya era un futbolista consolidado, se encontró con él y le dio pena confesarle su admiración. «Encontré a Kempes. Cuando lo conocí yo ya era un jugador importante, pero no me anime a decirle que lo admiraba. No sé que pasó que no tuve el valor de decirle que lo imitaba cuando era un niño».
3. No tuvo una formación habitual. Con 9 años comenzó a jugar fútbol como una distracción, nunca lo tomó en serio. Un poco más grande entró al Grupo Alegria Club y después jugó en la selección de Reconquista, el lugar donde vivía. Su contacto con un equipo formal llegó cuando casi tenía 18 años de edad. En una final entre Reconquista y Newell’s Old Boys hizo un doblete y la gente del club rosarino decidió reclutarlo. «Yo pateé bien la pelota, eso es lo que yo siento. La pateé mejor que otros… Y más fuerte, seguro. A partir de empezar bien la pelota comencé a sentir una responsabilidad y a llevar una vida distinta».
4. Mundial de México 1986. Batistuta estaba en la selección de Reconquista. Vivió un festejo tremendo. El ex goleador de la Selección de Argentina recuerda que estuvo festejando en caravanas por horas y horas. «Fue una locura. Un momento muy especial para todos en Argentina».
5. El encuentro con Bielsa. En un mes pasó de jugar en la selección de Reconquista a jugar con el primer equipo de Newell’s. Alejarse de la familia fue complicadísimo y, al llegar al club rosarino, se encontró con Bielsa, un entrenador muy metódico que lo dejó con la boca abierta desde el día uno. Pasó de entrenamientos ligeros y divertidos a necesitar un ingeniero para que le explicaran qué tenía que hacer: «En un mes pasó todo. Recién había conocido a mi mujer. Me pensé mucho si ir o no, pero creí que era una oportunidad que se me presentó y no podía dejarla ir. Quizá tenía futuro. Me fui para Newell’s y encuentro a Bielsa… Fue terrible. En Reconquista entrenaba martes y jueves si no llovía… Y acá me dicen mañana vas a empezar con Bielsa. Y a la otra día me levantó y veo a todos con un palo de escoba. Pero no, era la estaca que Bielsa te hace clavar en la cancha para marcar. El atacante tenía que correr… Parecía un aeropuerto la cancha. Había conos rojos, verdes y de todos colores, era un circo. Antes de cada entrenamiento necesitabas a un ingeniero para que te explicara. Estaba perdido, yo solamente quería patear al arco».
6. Días en el fútbol argentino. En su país jugó 3 años para 3 clubes distintos. Debutó en Newell’s, pasó por River Plate y Boca Juniors lo catapultó al fútbol europeo. En Newell’s, con Bielsa, le costó por estar lejos de casa. En River, se encontró con Passarella, entrenador con el que nunca se entendió. Y en Boca, con Oscar Tabárez, salió campeón goleador.
7. Ídolo absoluto de la Fiorentina. Jugó 332 partidos, hizo 207 goles y aguantó jugar en la Serie B. Fue Capocannoniere en 1995 y conquistó 3 títulos. Sus goles enamoraron a toda la hincha de La Viola, pero su amor por el club aún más. Durante 9 años le dijo que no a ofertas de clubes como Manchester United, FC Barcelona y Real Madrid.
8. AS Roma, su segundo club en Italia. Fue campeón en su primer año. Junto a Totti y Montella formó un tridente que se comió el campeonato. En sus días con el club de la capital de Italia convirtió 33 goles en 88 partidos disputados.
9. Admirado por Totti. El aún capitán de AS Roma ha confesado que uno de los mejores socios que ha tenido en su carrera es Batistuta. Francesco asegura que jugar con él era sencillo porque se movía con mucha inteligencia. Prácticamente le decía dónde tenía que poner un pase. Juntos ganaron 1 Serie A y 1 Supercopa de Italia.
10. Sus últimos días en el fútbol. Los vivió con el Internazionale, donde apenas estuvo un semestre, y en el Al-Arabi de Qatar, club en el que convirtió 26 goles en 26 partidos. Se retiró cuando no podía más. Confiesa que leyó una crítica que no le gustó y decidió colgar los botines, ya que en sus años anteriores de carrera nunca le disgustó una critica hacia él. Entendió que ahí había terminado todo.
11. Selección de Argentina. Disputó 78 partidos y marcó 56 goles. Es el máximo goleador histórico de la albiceleste y tuvo la oportunidad de jugar en 3 Mundiales, 2 Copas Confederaciones, 3 Copas América y 3 procesos de eliminatorias. Como jugador internacional conquistó 2 Copas América y 1 Confederaciones. Le gusta marcar en partidos importantes… Hizo 10 goles en 12 partidos de Mundiales, marcó 4 goles en 5 partidos de Confederaciones, convirtió 13 tantos en 16 encuentros de Copa América y se mandó 11 goles en 19 duelos eliminatorios. Nada mal, ¿eh?
12. Jugó lesionado con la Selección de Argentina en varias ocasiones. «Por ahí eso no lo hacía ni con la Fiorentina, ni con AS Roma, ni con Boca, con la selección lo hacía porque sentía que debía hacerlo. La gente me esperaba y siempre pensé en la gente. Quizá por eso no prolongué mi carrera. Tenía una lesión en la debía parar un mes y yo en una semana ya estaba jugando. Jugar para Argentina es una responsabilidad enorme, pero es lo más lindo».
13. Se entrenaba para marcar goles. «En todos mis entrenamientos pensaba en hacer ejercicios para hacer mas goles. Incluso cuando no tocaba estar con la pelota, hacía pesas pensando en saltar más alto para hacer más goles». En su carrera hizo más de 350 anotaciones.
14. Nunca disfrutó en un campo. «Nunca disfruté nada dentro de una cancha, lo único que sentía era el respeto de la gente, que era una cosa que me encentaba. Vas por la calle y te dicen ‘buena, buena’… Y eso me gustaba. En la cancha nunca disfruté, ni cuando hacía tres goles. Solamente me decía ‘hoy me salieron bien las cosas’. Era tan estúpido, de alguna manera, que decía ‘si hoy hice tres goles, el próximo domingo tengo que hacer tres goles’. Me arrepiento. Tenía que haber disfrutado un poco más. Pero, por ahí, si disfrutaba no hubiese hecho lo que hice».
15. El fútbol es de equipo. «Jugadores como Diego (Maradona) te resuelven un partido o varios, pero no ganan campeonatos. Por ahí le cae un rebote y te vacuna todavía con 60 años, pero no le van a caer rebotes en 40 partidos en el año. El fútbol es un tema de equipo. Todos nos necesitamos. Yo sin un super portero no hacía nada y el portero sin un ‘9’ no puede ganar nada. Después, a alguno le sacarán más fotos, pero acá se trata de un equipo».
16. Un momento tremendo. «En 1998 viví una situación muy chocante. Yo venía preparado, venía en el mejor momento, venía de hacer 20 goles en Italia por 3 o 4 años seguidos. Estaba ahí, a full. El día antes del partido ante Japón, estábamos en la práctica, tirando centros y me doblo el tobillo… Mis tobillos eran de cristal. Tuve tanta fuerza en la cabeza que no dije nada porque dije ‘si me doblo el tobillo, estoy afuera del Mundial. Mañana empieza esto’. ¡Hice 4 años el sacrificio! Y no dije nada… El tobillo me dolía cada vez más, lo tenía muy hinchado. ¿Como el de Maradona ante Brasil en Italia 90′? Mas o menos, pero yo no me saqué la foto… Pensaba que ya no podía jugar, me hice una ducha rápida y me fui tratando de no renguear. Me fui a la pieza, busqué hielo y me comencé a decir ‘tengo que jugar, tengo que jugar, tengo que jugar’. Al único que se lo dije fue al doctor y él me hizo unos masajes. Y bueno, llega el partido, juego y hago el gol. Ganamos 1-0. Toda la historia de 4 años me pasó por la cabeza. Una sensación impresionante. No se puede describir».
17. No ve partidos que no sean de Argentina. «Los de Argentina los veo, pero los demás no. Por ejemplo, las finales de los últimos Mundiales no he visto ninguna. ‘Yo tendría que estar ahí, ¿por qué éstos?’, me digo. Es una manera de defenderme. Cada vez que me fui de un Mundial no miré más nada».
18. Pidió que le cortaran las piernas. «Dejo el fútbol y, de un día para otro, no podía caminar más. Decidí dejar el fútbol porque estaba cansado de un montón de cosas y, no al mes, a los dos días no podía caminar. Por eso muchas veces yo hablo de la importancia de la mentalidad, yo dejé jugar al fútbol y a los dos días no podía caminar. Me he orinado en la cama porque no me quería levantar. Hasta que un día, que estaba tan desesperado, que agarré a un avión, fui al doctor y le dije ‘por favor, cortáme las piernas’. No podía más. Era un dolor tremendo. No lo puedo ni contar. Yo había visto a Pistorius y dije ‘esa es mi solución’. El doctor me dijo que él no podía hacerlo. Me dijo que podía hacer una fijación de tobillos por medio de tornillos y todo eso… Me dijo ‘¿en qué pierna querés?’ porque no podía hacerlo en las dos piernas. Yo le digo ‘elegí vos, que me duelen las dos igual’. Me lo hizo en la pierna derecha. Me la fijo. Mi problema es que no tengo cartílagos, no tengo tendones, entonces 86 kilos están apoyados sobre los huesos del pie. Hueso contra hueso y eso me generaba dolor».
19. Un ganador. «¿Soy un ganador? Por supuesto. Incluso cuando perdía me sentía un ganador. Porque un día me senté y dije ‘yo no tengo más’. Nunca salí de un partido diciendo ‘me falto dar un pase o hacer un pique’. Lo dejaba todo. No daba más».
20. Sir Alex Ferguson lo quería en el United. Después de un Fiorentina vs Manchester United, el entrenador escocés quedó asombrado y quería ficharlo como su ‘9’. Batistuta, al igual que muchas otras veces, rechazó el ofrecimiento para seguir con su carrera en Italia, donde, según sus palabras, tenía todo.
Bonus. Ídolo de grandes jugadores. Delanteros como Gonzalo Higuaín, Edinson Cavani y Luis Suárez han confesado abiertamente que su referente cuando eran chicos era Gabriel Batistuta.