Actualmente es uno de los jugadores mexicanos más importantes de la Liga MX y es parte de la Selección absoluta de México, pero sus inicios en el fútbol no fueron sencillos. Al igual que muchos otros jóvenes, Jürgen Damm fue rechazado por uno de los clubes más importantes del país y su futuro en el fútbol estuvo en riesgo.
No se involucró de manera importante en el balompié hasta los 16 años, cuando lo invitaron a hacer una prueba en Chivas. Muchos le veían condiciones extraordinarias, pero en el rebaño pensaron lo contrario. No lo aceptaron en fuerzas básicas, lo mandaron a una Tercera División y ahí apenas tuvo actividad.
«Yo la verdad que por motivos de mis papás, que siempre consideraron el estudio primero, nunca me integre a unas fuerzas básicas, siempre estuve en mi colegio. Pero en un partido que me vio el Nene Sapien jugando, me dijo que tenía muchas condiciones y que le gustaría que fuera a probarme a Chivas. Fui a probarme, pero no quedé en fuerzas básicas y me dijeron que había una tercera división para foguearte y después dar el salto a fuerzas básicas. Ahí nunca me sentí a gusto y, como yo pagaba por ir ahí (así funcionan las escuelitas), me tuvieron que dar mi carta», comentó.
Tras ver que en Chivas las cosas no resultarían se fue a probar al Atlas, club en el que tampoco logró sentirse a gusto. Fue hasta los 17 años, con Estudiantes Tecos, cuando logró asentarse y comenzó su recorrido para llegar a la Primera División de México. Tras destacar en el club tapatío, se marchó al Pachuca, donde se convirtió en uno de los jóvenes con mayor proyección.
Chivas, club que lo rechazó cuando tenía 16 años de edad, quiso ficharlo en un par de ocasiones, pero la operación nunca se cerró: «Sí hubo acercamientos de Chivas. Marco Garcés me comentó que Chivas hizo una oferta muy fuerte por mí, pero no se llegó a un arreglo. Pero bueno, yo estoy muy a gusto en Tigres. Mi esposa está muy contenta, estoy viviendo algo muy bonito y espero seguir muchos años aquí en Tigres».
LAS VUELTAS DEL FÚTBOL.