El delantero uruguayo Luis Suárez le concedió una entrevista al diario El País, en la que compartió varias reflexiones muy interesantes. Uno de los apuntes del Pistolero que más nos llamaron la atención fue el que soltó cuando le preguntaron ¿por qué algunos jugadores jóvenes con talento no llegan a romperla en el mundo del fútbol?
Para Suárez, la cosa es aclara. Actualmente, los chicos tienen muchas facilidades y eso hacen que pierdan ambición y deseo por salir adelante: «Por más que tengas 15, 16 o 17 años y tenga buenas cualidades técnicas, seas bueno y hagas goles… Si los contratistas de hoy en día te dan la facilidad de darte 10,000 o 15,000 dólares por mes, uno se empieza a relajar y uno empieza a estar más tranquilo. Si a uno le siguen dando los 2,000 o 3,000 pesos uruguayos, que me daban a mi, sigues peleando y sigues creciendo para la familia, para sacar ésto adelante, eso te genera mas expectativas y más ambición».
«Hoy en día se dan más facilidades, los representantes… Mi primer auto yo me lo compré en 2009, cuando ya llevaba cuatro años como profesional. Me daban un auto del club y eso, pero mi primer auto me lo compré en 2009. Hoy en día, con 16 o 17 años, se compran una auto antes que una casa y antes que juntar para ver que puede pasar después. Son las facilidades que dan, que al jugador joven le cortan paso para seguir triunfando y seguir siendo ambicioso para querer ganar todo».
Suárez compartió que cuando iniciaba su carrera pudo firmar con un representante que le ofreció mucho dinero, pero decidió no hacerlo. El máximo goleador histórico de la Selección de Uruguay cree que ha sido una de las mejores decisiones que ha tomado desde que está ligado al fútbol.
«Cuando tenía 17 años, vino otro representante a ofrecerme dinero para firmarle. Era muchísima plata y dudaba. Dudaba como diciendo ‘con este dinero, me deja parado para toda la vida’. Y hoy en día pienso que lo mejor que hice fue no firmarle a ese representante, porque yo seguía con mis 3,000 o 4,000 pesos uruguayos luchando por seguir. Me encentaría hacerle llegar ese mensaje: no todo es plata. Con 17 o 18 años, el jugador tiene que ganar lo que tiene que ganar para salir adelante y después vendrá la época que gane lo que quiera ganar. Pero hay que dar el paso en el momento justo», sentenció.