Desde muy temprana edad, Sergio Ramos demostró que era un chico distinto. Técnicamente fue aprendiendo con el pasar de su formación juvenil, pero lo que siempre tuvo fue liderazgo, entrega y dedicación. Para comprobar lo que comentamos, basta con conocer una anécdota en la que su hermano Rene, que le lleva 8 años, es protagonista.
«Cuando tenía 15 años de edad y mi hermano René tenía 23 años, yo estaba en las inferiores del Sevilla y él jugaba para un equipo local. En ese entonces, jugamos un amistoso en la cancha de su equipo y todo el pueblo estaba ahí porque había mucho morbo por nuestro encuentro.
Él era delantero y yo jugué como defensa central. Recuerdo que su portero estaba apunto de despejar y él me empezó a agarrar y de inmediato le dije: ‘Cuidado, hoy no estoy para bromas, estamos jugando un partido’. Quería sacarme con bromas, pero yo no entré en sus juegos.
En una jugada, los dos saltamos por el balón y, con los codos, de manera accidental, le pegué en la boca y lo hice sangrar un poco. Diez minutos más tarde, su entrenador vio que René no podía pasarme y decidió sacarlo del partido. El DT le dijo: ‘¿No te da pena que tu hermano de 15 años te haya ganado durante todo el partido?’. Creo que a René no le da gusto recordar esta historia… (risas)», recuerda Sergio.
René no tuvo mucho éxito con la pelota, pero impulsó a Sergio en todo momento. Actualmente, los dos trabajan juntos (es su representante) y guardan una relación muy especial. HERMANOS DEL FÚTBOL.