Año 2003, AC Milan anuncia la incorporación de un joven brasileño que ha dejado muy buenas sensaciones en el fútbol sudamericano. Su nombre era Ricardo Izecson dos Santos Leite y venía -pese a no tener mucha actividad- de haber levantado la Copa del Mundo en Corea-Japón 2002.
La directiva rossonera pagó 8.5 millones de dólares por la ficha del chico, cifra que sorprendió a más de uno considerando que el joven nacido en Gama apenas tenía 21 años de edad y solamente tenía un par de años como profesional.
Pero bueno, el día llegó. Kaká arribó a tierras italianas y el AC Milan lo recibió. Ancelotti, entrenador del club italiano le dio la bienvenida en el aeropuerto. ¿Su reacción? «Hemos fichado a un estudiante»‘. El club lombardo no niega que fichó a Kaká porque tenía muy buenos reportes de parte de su gente en Brasil; es decir, no lo habían seguido con tanto detenimiento.
“Me hablaron de un chico de Brasil, muy bueno, pero al cual no conocía. El club no sabía si hacerle venir inmediatamente a Milanello o dejarle seis meses más en el Sao Paulo. Tras pensarlo un poco, decidimos acortar los tiempos y que llegara lo antes posible para que empezara a entrenarse con nosotros y para que yo le conociera mejor. Desde mi punto de vista se trataba de un fichaje a ciegas, lleno de buenas palabras. Cuando Kaká llegó al aeropuerto de Malpensa, pensé: ‘Hemos fichado a un estudiante universitario'», confesó Carlo.
La impresión de Ancelotti cambió en cuanto vio a Ricardo con un balón en los pies. El joven brasileño cautivó al entrenador italiano y a todos sus compañeros. En aquel primer día del sudamericano en las canchas de entrenamiento, todos los miembros del AC Milan se dieron cuenta que habían fichado a un jugador distinto…
«Con el balón entre los pies era monstruoso. Cuando lo vi jugar, dejé de hablar, porque no me salían las palabras. No sabía cómo definir lo que estaba viendo. En una de sus primeras acciones en un entrenamiento, se midió ante Gattuso, quien le dio un empujón fuerte, pero no pudo quitarle el balón. En esa jugada se sacó de encima a Nesta, que no fue capaz de pararle. A este chico le quitamos los lentes de estudiante, le pusimos un uniforme de futbolista y se convirtió en un fenómeno», recordó Carletto.
Bajo la DT de Ancelotti, Kaká se convirtió en el mejor futbolista del planeta. El crack brasileño marcó 95 goles en 270 partidos, ganó 5 títulos y se hizo del Balón de Oro 2007.
Así jugaba el ‘estudiante’ que se convirtió en Balón de Oro…