El futbolista español del Manchester United, Juan Mata, le concedió una entrevista al programa Salvados de La Sexta que nos ha parecido fantástica. La escuchamos/vimos, disfrutamos y, después de reflexionar y ‘digerir’ algunas de las frases de Juan Mata, decidimos compartirles apuntes muy valiosos que dejó el campeón del mundo.
Adelantamos: el ex Real Madrid y ex Valencia habla sobre el fútbol como negocio, la presión que puede existir en el mundo de la pelota y la vida del futbolista de máximo nivel. Lo dicho por Juanito es una joya porque no se comenta desde fuera, sino desde el interior. Atentos.
¿Qué opina del eslogan Odio eterno al fútbol moderno? «Puedo entender a lo que se pueden referir: al negocio del fútbol, en el que parece que los dueños de los clubes son más importantes que los propios aficionados. En el que los representantes tienen demasiado influencia. Yo creo que se refieren a eso. No al fútbol antiguo, digamos. En el que los aficionados iban al campo, el campo estaba medio embarrado, los jugadores se dejaban todo en el campo y no había ni tanta prensa ni tantos representantes ni tantos intereses creados».
¿El representante de Mata? «Es mi padre. Mi padre siempre va a querer lo mejor para mí».
¿Le ha dicho a jugadores jóvenes que están mal asesorados? «Sí, sí lo he hecho, sobre todo con compañeros jóvenes. En el fútbol se tiende a… En cuanto llegas a un equipo bueno pronto, joven, te crees que eres Maradona. Es verdad. Nos pasa a todos, te crees que eres Maradona, te crees que el rey del mambo y te crees que has hecho todo, pero lo difícil no es eso, sino mantenerse. Y a veces ves a compañeros jóvenes que van como estrellas de rock, vestidos de manera estrafalaria, con coches como sea, que piensan en cosas más allá del fútbol. Es normal cuando tienes 17 o 18 años y estás en club grande, y todo mundo te adora y te adula. Es normal que se te vaya un poco la cabeza, pero si tienes la capacidad para parar un poco y pensar y seguir trabajando como siempre, como lo hiciste para llegar a ese momento, seguro que te va a ir bien».
Los futbolistas no tienen que ser imbéciles. «El fútbol, cuando juegas a este nivel, está muy bien remunerado. Y obviamente yo entiendo que la imagen del futbolista sea esa (coches, casas, mujeres y lujos) porque también es una realidad. Pero una cosa no quita la otra. Por tener un coche que te guste y una casa donde te sientas cómodo no tienes que ser un imbécil».
Fútbol moderno. «¿El fútbol moderno no me gusta? Me refiero al negocio. A mi lo que me gusta es el deporte puro, el fútbol: entrenar, el jugar y el competir».
Estaría dispuesto a sacrificar su sueldo. «Sí. Sí, porque, al final, por suerte los futbolistas estamos muy bien remunerados. Y a veces da igual x que x + 3, si con x es suficiente».
Presión a los jugadores jóvenes. «Me parece un error. A una edad muy temprana, cuando un niño tiene 16 o 17 años de edad, que toda su familia se vuelca a tirar la moneda al aire y se vuelva a que salga bien o no salga bien la carrera del hijo. Me parece un exceso de responsabilidad para alguien tan joven. El tener esa sensación de que si no salen muy bien las cosas su familia no la va a pasar muy bien porque económicamente no están muy bien…».
A los jugadores no los preparan para el fracaso. «Y creo que es importante preparar a futuros futbolistas de que no todo tiene que salir bien. De que solo unos privilegiados -de los que me considero uno- tenemos la oportunidad de jugar a este nivel y el 99.9% de los niños que juegan a fútbol en el mundo no pueden».
Su primer contrato. «Real Madrid Castilla. Tenía 18 años. 90,000 euros al año».
Su sueldo es una burrada. «Respecto a la sociedad, mi sueldo, es una burrada. Una burrada. Algo irreal. Respecto al mundo del fútbol, algo normal. Respecto al 90% de los sueldos de España y el mundo… Bueno, el 99.9%, una burrada».
¿Teme que le den una vida muy masticada? «A veces sí. A veces sí. Sí, porque, a veces, para las más mínimas tonterías puedes pedir ayuda y te lo hacen. O alguien que te pueda ayudar… O del club. ‘Oye, me ha llegado esta factura de tal…’, ellos te lo organizan. Eso es uno de los aspectos en los que no estás viviendo una vida normal porque, a veces, si no estás encima de ellos no sabes aspectos de la vida que son tan cotidianos y normales».
¿Intercambia libros con compañeros? «Con algún compañero, sí. Me acuerdo que con Esteban Granero, que ahora está en la Real Sociedad… Fue él quien me introdujo en el mundo de la lectura. Y hoy en día con Ander (Herrera). Leo un libro que me gusta y se lo paso. Estoy leyendo a Bukowski. He leído varios libros de él y me han gustado mucho».
El deporte de máxima exigencia tiene cosas malas. «Tiene sus partes buenas y sus partes no tan buenas. Por ejemplo: a nivel físico creo que no es bueno, para el cuerpo. Tener que jugar cada dos días, tener que forzar un tobillo para jugar o si eres nadador y tienes que forzar el hombro para llegar, no creo que sea bueno para el cuerpo».
El futbolista vive en una burbuja, no en la vida real. «Yo vivo en una burbuja. La vida real es la de mis amigos, que están estudiando y han tenido que buscarse un trabajo en Madrid o Valencia. Han estado momentos en paro, han estado fastidiados y han tenido que estudiar fuera… Esa es la vida real o común. De casi todas las personas. El mundo del fútbol, como mi carrera, no es la vida real».