No es el mejor jugador del Real Madrid ni el más mediático, pero en el pasado reciente hay pocos futbolistas que sienten y representan el madridismo como Álvaro Arbeloa. El próximo domingo se despedirá de la afición del Real Madrid en el Santiago Bernabéu, lo que lo tiene mucho conmovido.
En charla con el diario Marca, El Espartano regaló frases que dejan en evidencia lo mucho que quiere al club en el que debutó. Su etapa como jugador del Real Madrid llegará a su fin, pero está claro que seguirá siendo uno de los más grandes seguidores del club de Chamartín.
Se despide de la mejor etapa de su vida. «Es tristeza y melancolía por saber que dejas atrás lo mejor de tu vida. Sabes que allá donde vayas no vas a encontrar la felicidad que he tenido aquí, pero también que era un día que tenía que llegar. Me voy con la alegría de poder despedirme de la afición y del club. Eso es lo mejor de todo».
Cómo se imagina su despedida. «Lo primero que quiero es ganar el partido para seguir peleando por la Liga. Luego, cuando acabe, poder ir al centro del campo a despedirme de la afición para dar las gracias por haberme querido tanto. Con eso seré feliz».
Si llora será de felicidad. «No estoy preparado y espero no hacerlo, pero si lloro será de felicidad, eso está claro. Soy una persona que siempre escondo bastante mis emociones y veremos si lo consigo en esta ocasión».
Lo mejor de su vida ha sido jugar en el Real Madrid. «Te alegras por estar siete años y seguro que un día pensé que jamás iba a estar tanto tiempo en este club. Miro hacia atrás y sólo puedo sentir orgullo. Es un momento triste para mí porque dejar al Madrid nunca es fácil, pero mirando atrás siento satisfacción y orgullo. Ha sido un tiempo muy feliz, lo mejor de mi vida lo he pasado aquí».
Jugar en el Real Madrid es un privilegio único. «Jugar en el Madrid ya es un privilegio, probablemente el mayor que puede tener un futbolista. Para mí ha sido lo más grande, jugar en el Madrid, entrenarme cada día en Valdebebas. Ha sido un motivo de felicidad diaria vestir esta camiseta y luego he tenido la gran suerte de ganar títulos. Además, he contado con el apoyo de todos los técnicos, desde Pellegrini, mi admirado y querido Mou, Carlo, Rafa y con el que era mi ídolo de pequeño, Zidane. Y, por supuesto, el privilegio diario de entrenarme con los mejores del mundo, todo un reto. He ganado mucho, pero no hay nada como la felicidad de sentirte jugador del Real Madrid cada día».
Hay grandes exponentes del madridismo tras su marcha.«Dejo un gran legado en mis compañeros. Hay grandes guardianes del madridismo, como Ramos, Casemiro, Carvajal, Nacho… También gente de fuera que es muy madridista, como Modric, que desde el primer día ha querido y ha defendido a este club. Espero que defiendan al Madrid como lo he hecho yo».
Palabras para el madridismo. «Sólo darle las gracias por estos años de cariño hacia mí y mi familia. Estoy en deuda con ellos para siempre. Y que defiendan este escudo por encima de todo y que aplaudan siempre a los de blanco, que son los nuestros».
Cómo le gustaría que lo recuerden. «Como un aficionado que llegó aquí hace muchos años y que veía los partidos desde el cuarto anfiteatro y ha tenido la suerte de pisar el césped y de defender al Real Madrid dentro del campo. Soy uno de los suyos».
Se dejó todo por el Real Madrid. «Dentro del campo estoy más que contento por todo lo que he jugado y por haber sido importante en muchos y grandes partidos. Fuera del campo he hecho lo que tendría que hacer cualquier jugador del Real Madrid».
Raúl, un ejemplo. «De Raúl me quedo con que siempre quería ser un capitán desde el ejemplo. Él siempre era el primero en los calentamientos, el que más ganas le ponía, el más serio, el que llegaba primero, el que se marchaba el último… Era la manera de liderar de Raúl, más que con palabras o discursos. En este año difícil para mí he intentado ser el mejor de los profesionales y no bajar nunca los brazos».
José Mourinho. «Mou me ha ayudado no sólo en lo futbolístico, sino en lo personal. A no tener miedo a decir lo que piensas, a no tener miedo a defender a tu club. Ese es un legado que José dejó en mí y por lo que le estaré siempre agradecido. Es verdad que tiene una parte mala en lo que se refiere al desprestigio, pero lo bueno es irte con la conciencia tranquila a la cama por saber que estás haciendo lo correcto».
Defendió al Real Madrid por encima de todo. «Creo que la gente ha visto en Arbeloa a alguien que defiende a su club, a pesar de las consecuencias que ha tenido para mí. Pero he hecho lo que tenía que hacer, defender al club por encima de todo».
Seguirá jugando. «Seguir jugando, lo tengo claro. Me queda cuerda para rato. Me encanta entrenar y jugar y quiero seguir hasta que el cuerpo aguante. Una de las cosas que quería hacer es tener la cabeza en el Madrid hasta el final y lo he conseguido. No tengo nada, no sé nada de dónde voy a estar el año que viene».
Despedida soñada: doblete. «Pues sería la despedida soñada. Ganar la Undécima contra el Atlético sería… No se podría pedir más ni podría pedir un final mejor. Pero es verdad que el reto que tenemos ante nosotros es gigantesco, estamos hablando de un rival que está en el mejor momento, que ahora mismo puede que sea el equipo más fuerte de Europa. Tenemos que hacer no sólo el partido perfecto, sino el partido de nuestras vidas si queremos ganar al Atlético».
Final de Champions. «Sabemos que son un equipo muy fuerte y que están con mucha confianza. Para mí es una final muy igualada. Son un bloque que llevan muchos años trabajando juntos y nosotros con Zidane apenas unos meses. Ellos tienen muchas ventajas, pero lo bueno es que nosotros somos el Madrid».