Su nombre es Leonardo Castro, tiene 23 años de edad y actualmente es uno de los máximos anotadores de la Primera División de Colombia. Su historia es atípica y es que, la posibilidad de ser un profesional del fútbol no se abrió para él hasta 2014. Por necesidad, tuvo que trabajar en distintas cosas antes de poder dedicarse totalmente al deporte.
Nació en Tambo, Cauca, pero creció en la ciudad de Pereira. Éver, su padre, era celador y su madre, Luz Amparo, era empleada de servicio. Nunca tuvo ningún lujo, pero en casa no faltaba comida y un balón de fútbol. Leo disfrutó de su infancia. El estudio no era lo suyo, así que no pasó mucho tiempo para que dejara la escuela y se pusiera a trabajar.
Eso sí, ningún trabajó le impidió seguir haciendo lo que más disfruta en la vida: jugar fútbol. En su adolescencia y primeros años de adultez trabajó como obrero, domiciliario de una empresa de productos agrícolas y recolector de basura. Hizo de todo sin olvidarse de la pelota.
Sus labores eran pesadas, pero nunca lo suficiente como para dejarlo sin energía para ir a las canchas y demostrar su talento. En la obra duró poco tiempo, ya que cargar bultos de cemento, ladrillos y echar pala no era lo suyo. Como domiciliario tenía que llevar productos agrícolas a fincas donde los clientes hacían sus peticiones. Y su último trabajo, antes de poder dedicarse de lleno al fútbol, fue en una empresa de aseo, en la que, por 8 horas (6 am a 2 pm) tenía que ir en la parte trasera del camión de basura para bajarse en cada cuadra y recoger las bolsas repletas de desechos.
En sus días como recolector de basura se entrenaba por las tardes con un equipo local. Disputó la Copa Ciudad Pereira en 2014, siendo goleador y mejor jugador del certamen. Su fútbol llamó la atención del Club Audifarma, pero el pago no le alcanzaba para dejar su trabajo en Atesa (compañía recolectora de basura).
Paralelamente a su trabajo y participación en competencias modestas, buscó probarse con equipos como Barranquilla FC , Equidad y Envigado, pero no tuvo fortuna. Lo rechazaron por su complexión física y, como es común, escuchó el clásico ‘no sirves para el fútbol’. Equidad y Envigado destacaron sus cualidades, pero no le abrieron las puertas.
Tras el fracaso de las pruebas, volvió a Pereira, en donde un día se cruzó con el utilero del Deportivo Pereira, quien le dijo que se fuera a probar a su club. Le hizo caso y fue seleccionado. Su aventura en el club de la ciudad en la que creció comenzó en 2014, y su impacto fue inmediato.
Hizo 12 goles en sus primer curso (19 partidos) en la B de Colombia y salió campeón goleador (18 goles en 33 partidos) en su segundo año como jugador del Deportivo Pereira. Sus extraordinarias actuaciones le valieron para ser comprado por el Deportivo Independiente Medellín, donde se ha posicionado como uno de los mejores goleadores del campeonato cafetero.
No inició siendo titular, pero, con base en goles y destacadas participaciones, ha ganado más actividad. Ha hecho 9 goles en sus últimos 6 partidos y es el tercer mejor goleador en lo que va de Apertura 2016. Cuando llegó, atrevidamente, se trazó el objetivo de hacer 10 goles, pero está claro que su ritmo goleador promete más anotaciones…
Leo Castro, de recolector de basura a goleador de la Primera División de Colombia. De ver los partidos por TV a ser uno de los protagonistas. De jugar en equipos de empresas a comenzar a sonar para la Selección de Colombia.
Qué historias que regala el fútbol. #ElDeporteMásHermosoDelMundo