Al estirarse mucho para bajar un balón en el área del Sevilla durante la final de la Copa del Rey, el delantero uruguayo Luis Suárez sufrió una lesión muscular. Intentó seguir, pero no pudo más. Y tuvo que salir de cambio por Rafinha. Se despidió de la cancha entre lágrimas, lo que ha hecho pensar a todos que se trata de una lesión grave.
Con el título en la bolsa y el cierre de curso 2015/16, Luis salió más tranquilo a charlar con los medios de comunicación. El diagnóstico se sabrá hasta mañana: «Bien. Hasta mañana que no me haga una resonancia no se sabe nada. Nunca me ha pasado nada de esto y por eso no puede decir nada. ¿Me asusté? Sí, porque, además de perder los últimos minutos de la final, viene la Copa (América)».
Minutos después de atender a los medios, Luis reiteró que toca esperar las pruebas médicas para conocer los detalles de la lesión. El ganador de la Bota de Oro 2015/16 espera poder estar con su selección a partir de la próxima semana.
Ahora a esperar las pruebas de mañana. Espero que no sea nada y pueda estar con mi selección la semana que viene. Gracias por el apoyo!!!!
— Luis Suarez (@LuisSuarez9) 23 de mayo de 2016